*Luego de que su familia dio aviso de su desaparición, anoche fue localizado el cadáver incinerado de Luis Manuel Uribe Magaña, en la ranchería Unión.
La policía tabasqueña reportó el hallazgo del cadáver de un estilista que había sido plagiado el pasado jueves 25 de julio en el municipio de Paraíso.
Luego de que su familia dio aviso de su desaparición, anoche fue localizado el cadáver incinerado de Luis Manuel Uribe Magaña, en la ranchería Unión, ubicado en la periferia de la ciudad, en el interior de su auto que también estaba completamente calcinado.
Luis Manuel Uribe Magaña, de 40 años de edad, se encontraba en manos de sus captores desde hacía cuatro días, razón por la cual sus familiares interpusieron la denuncia penal número 709/2013 en la agencia del Ministerio Público de aquella localidad.
De acuerdo al reporte policiaco, luego de varios días de incertidumbre, ayer por la tarde en la ranchería Unión segunda sección, se localizó un carro calcinado en el acceso a una propiedad privada denominada como rancho «Los Suárez».
Luis Manuel Uribe Magaña, de 40 años de edad, se encontraba en manos de sus captores desde hacía cuatro días.
Elementos de la Policía Municipal al mando del comisario Eliud Santos Córdova y el subdirector operativo Jorge Márquez Méndez se trasladaron hasta el lugar conocido como la entrada a la Isla de los Suárez.
En ese lugar las autoridades municipales observaron el vehículo, marca Dodge, tipo Attitude con placas de circulación WRA 4381 y un cuerpo incinerado.
El cadáver estaba irreconocible en el asiento trasero. Las autoridades confirmaron que el cuerpo quemado era del estilista Luis Manuel Uribe Magaña, de 40 años de edad, con domicilio en el ejido Oriente San Cayetano y quien había desaparecido desde el pasado jueves alrededor de las 23:00 horas.
El subdelegado de la ranchería la Unión señaló que el capataz del rancho le avisó que en ese camino que conduce a la laguna había un automóvil incinerado y que al parecer ya llevaba varios días ahí.
Se presume que la víctima fue golpeada, atada de pies y manos, para luego ser colocado en el asiento trasero de su vehículo y llevado hasta este paraje. Los autores del crimen incendiaron el automóvil en esta zona de manglares, donde pudo arder completamente sin que nadie se percatara.