Viviendas de ‘cartón’, para damnificados por sismos

Huajintepec • La comunidad amuzga de Huajintepec fue el epicentro de un sismo de 7.8 grados el 20 de marzo de 2012. Ahí se cayeron 180 casas, la Federación ordenó que se reconstruyeran, pero solo se edificaron 167 y se hicieron mal porque tienen daños estructurales o están sin terminar. Sus habitantes dicen que son viviendas de “cartón y son auténticas coladeras”.

Todos los hogares presentan cuarteaduras en paredes y techo, por donde se filtra el agua en temporada de lluvias, algunas carecen del cableado eléctrico, no tienen ventanas, puertas ni accesorios para el baño, por lo que sus propietarios están enojados y las abandonaron.

En días pasados, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, advirtió que fincarán responsabilidades contra las empresas y funcionarios que resulten implicados porque recibieron recursos para reconstruir viviendas en Ometepec tras los sismos de 2012 y que provocaron un daño patrimonial por 50 millones de pesos.

Con esos recursos se ordenó la reconstrucción de 7 mil viviendas en toda la entidad, de las cuales mil serían para el municipio de Omotepec, y 180 para la comunidad amuzga de Huajintepec.

Se descubrió que los recursos del Fondo Nacional de Desastres, liberados durante la administración de Felipe Calderón, se asignaron a las constructoras y que supervisores de la Sedesol y empleados de gobierno avalaron la conclusión de las obras sin que éstas hayan terminado.

De acuerdo con el testimonio del entonces comisario municipal, Manuel Bautista Morales, cinco empresas constructoras eran las encargadas de edificar 180 viviendas en diferentes puntos la comunidad amuzga.

En la temporada de lluvias a todas las casas se les filtra el agua, por las paredes o por el techo y “es que las constructoras hicieron una robadera, lo cual influyó para que las casas quedaran mal construidas, mal hechas. Se hizo un desmadre con estas casas”, declaró.

Terminamos la administración y ya no se vigilaron los trabajos de las constructoras y se armó “un relajo”, porque perjudicaron a quienes se habían visto favorecidos por esas viviendas, que quedaron mal construidas.

“SENTÍ QUE SE IBA A ACABAR EL MUNDO”

A casi 20 meses del sismo de 7.8 grados que sacudió la Costa Chica y la Montaña de Guerrero, con epicentro en la comunidad de Huajintepec, y que dejó daños totales y parciales en más de 7 mil viviendas, las cuales serían reconstruidas por la Sedesol.

Sebastiana Hernández cuenta que a su casa no le pasó nada y se lo agradece a Dios, pues presume que su padre se la construyó bien.

Narra que ese día, por la mañana, estaba en la cocina de su casa cuando sintió temblar el piso de la cocina.

“Vi cómo se movía todo. Se cayeron los trastes y sentí que se iba a acabar el mundo. Lo primero que hice fue correr a la escuela de mis niños; imagínese, fue horrible. Aunque sigue temblando”.

Para doña Paula la vida sigue. Tiene 83 años y dice que lo peor que le podía suceder era morir aplastada.

“Sí se sintió muy feo, sigue temblando y eso no lo dice el gobierno, pero aquí la tierra sigue moviéndose”, dice.

“LAS CASAS, UNA COLADERA”

Nicolás de la Cruz Salinas, de oficio albañil, explica que su casa, al igual que las otras 180 de la comunidad amuzga de Huajintepec, se cayó con el sismo del pasado 20 de marzo del año 2012, y sus réplicas.

Su morada está en la calle Juana de Arco, entre Adolfo López Mateos y 5 de Mayo, en Barrio Grade. Recuerda que hasta allá llegó el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa y les prometió una casita.

“Para empezar, asignaron 120 mil pesos para las casas que nos vinieron a construir, que están hechas con panel, cemento y una plataforma base de 10 centímetros de cemento de grosor que no funcionan, porque casi todas gotean, además de que paredes y techos están cuarteados.

“La mía tenía lamina y otras tenían teja porque se gotean y cada quien les pone lo que tiene a su alcance.”

Dentro de lo malo, somos de los privilegiados, porque otros tienen su casa en obra negra y a otros más ni siquiera les construyeron nada, detalló.

PIDEN VIVIENDA DIGNA

La Sedesol marcó la casa de Tomás Hernández Mejía con el número 80 y revisó su vivienda, en la que viven 12 personas, pero se sigue goteando con las lluvias.

“Me hicieron esa que está ahí (señaló) y me salió toda defectuosa. Está rajada de encima y del otro y aquí por dentro se le ve la partidura”, detalla.

—¿Las puertas y ventanas que pasó con ellas?

—Pues también a’i están, mire, todas chuecas, pero a’i las tengo.

— ¿Está usted conforme, don Tomás?

—No, porque me dijeron que iban a hacer una casa pequeña, pero mal hecha.

—¿Aquí vino el ex presidente Felipe Calderón, qué les dijo?

—Sí, vino y nos dijo que nos iba a hacer una casita muy pequeña, pero bien hecha, pero ninguna sirve.

Hernández exige, frente a sus tres pequeños hijos, que el gobierno de Peña Nieto haga algo y solucione su problema, porque él y el resto de las familias de la comunidad merecen una vivienda digna.

MÁS TESTIMONIOS

“Las casas no las hicieron albañiles, sino peones de media cuchara”

Juana Gómez Martínez asegura que su casa, al igual que la de muchos, la hicieron peones de media cuchara y no verdaderos albañiles.

“Me beneficié de las casas, pero desgraciadamente nos entregaron coladeras. Desgraciadamente sufrimos en este tiempo de lluvias, como ustedes no lo imaginan.

Con el temblor perdimos los hogares y tuvimos la esperanza de habitar mejores viviendas, pero solo fue el inicio de la pesadilla, expresó.

Recuerda que discutió con los ingenieros de la constructora, pero nadie la escuchó.

—¿Con las lluvias pueden dormir?

—Solo si buscamos una zona donde no gotee mucho, porque no están niveladas, están chuecas y algunas cierran y otras no.

La casa de doña Lucía Ruiz Martínez es otra que no se concluyó.

“Me la entregaron sin ventanas ni puertas. La constructora prometió que vendría a instalar los faltantes, pero creo que es más fácil que tiemble otra vez.”

Cuenta que fue su hijo quien le hizo la instalación eléctrica, pero reconoce que la casa no está bien construida.

REGRESAN A TERMINAR LAS CASAS

A raíz de la denuncia realizada por la secretaría de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, quien acusó un desfalco por más de 50 millones de pesos, regresaron algunos constructores.

Desde hace tres días, personal de constructoras y de la Sedesol llegaron a la comunidad de Huajintepec para reparar las casas que se filtran por las lluvias y completar las obras.

De acuerdo con el ex comisario, Manuel Bautista, la compañía Hidrosistemas Temixco regresó y busca restituir las afectaciones.

“Hubo supervisores de Sedesol que me vinieron a ver hace poco, y me dijeron que terminarían las casas, peso eso fue hace como 40 días.

“Hace tres días un arquitecto empezó a trabajar. Dijo que iban a terminar las casas que había hecho la constructora Tecnología y Servicio y empezó a poner puertas, tazas de baño e impermeabilizante, entre otros detalles”, explicó.

“No obstante, los habitantes del pueblo están enojados, encabronados, porque todas las casas quedaron mal, dice Bautista.

Reprocha que las cinco compañías constructoras que participaron en la edificación de las casas prometidas por el gobierno de Calderón quedaron mal.

“Son hidrosistemas con el ingeniero Fernando Morales, quien algunas de las casas no las hizo, entre ellas las de Rutilo Rodríguez y la de Domingo Azabay Hernández, esas no las hicieron.

Claves

Investigación

-El presidente Enrique Peña Nieto anunció que se inició una investigación contra 12 empresas constructoras que participaron en los procesos de reconstrucción en Ometepec, Guerrero, después de los terremotos de 2012 y que provocaron un daño patrimonial por 50 millones de pesos.

– El mandatario federal advirtió que fincarán responsabilidades a las empresas y funcionarios que resulten culpables, pues se descubrió que algunos supervisores particulares y empleados de gobierno firmaron documentos que avalaban la terminación de las obras, a pesar de que éstas no se habían realizado.