MÉRIDA, Yuc.— Tras su pifia al decir “Yo quiero ser presidente del PRI”, el candidato a dirigir al PAN, Ernesto Cordero Arroyo, trató de enmendar el error al señalar: “No hombre, Dios me libre… toco madera…”
El senador con licencia se reunió a puerta cerrada con militantes, ante quienes pidió recobrar la doctrina del PAN y evitar la reelección de Gustavo Madero en el cargo.
Reiteró que la honestidad es lo que diferencia al PAN de otros partidos, por lo que se pronunció en favor de que se esclarezca el asunto de los “moches” en la Cámara de Diputados, y también sobre el caso de Oceonografía.
En su intervención, dijo que “el PAN no es tapadera de nadie”.
Para Cordero, lo de Oceanografía es “un asunto entre particulares, donde está involucrada una empresa que trabajaba para Pemex y Banamex, y todos esos hechos ocurrieron en 2013, cuando el PAN ya no gobernaba el país”, acotó.
“Ese asunto también tiene que esclarecerse, que se digan nombres, y fechas, que se especifique de qué se trata”, expuso el abanderado.
El candidato a la presidencia del blanquiazul señaló que si Madero gana la elección interna el próximo 18 de Mayo el futuro del PAN sería “más de lo mismo”.
—¿Sometimiento al gobierno? —se le preguntó.
—La militancia sabe y conoce de lo que hablo, de más de lo mismo, respondió.
Cordero Arroyo se declaró vencedor anticipado en la contienda por la presidencia nacional del PAN, ya que informó que sus números le dan 20 puntos de ventaja, e incluso 30, por lo que se dijo optimista de los resultados a su favor en las elecciones del próximo 18 de mayo.
“Nosotros no encargamos ni pagamos ninguna de esas encuestas, pero así están”, aseguró Cordero.
El candidato a dirigir el PAN estuvo dos días en Yucatán, acompañado de la senadora Rosa Adriana Díaz Lizama y el diputado federal, Sergio Chan Lugo; ayer, como último evento, ofreció una rueda de prensa en la que dijo haber obtenido una buena respuesta de la militancia panista del estado.
El aspirante invitó a los medios de comunicación a conocer el camión de su campaña al que bautizó como el “Tumbalíneas” y que habla —según admitió— del mensaje de su campaña. “Independencia en el PAN del gobierno y mayor cercanía y apoyo a su militancia”.
La idea, dijo el candidato, es que los panistas sean los que decidan y no la cúpula del partido.