Sacerdotes analizarán estrategias contra la posesión diabólica

CIUDAD DE MÉXICO, 21 de julio.-A partir de este lunes, decenas de sacerdotes católicos de todo el país, seleccionados por sus respectivos obispos de acuerdo a sus cualidades, se prepararán para enfrentar al demonio y realizar de forma correcta y cuidadosa el ritual del exorcismo.

El religioso italiano Sante Babolin, uno de los exorcistas más importantes a nivel internacional y reconocido por el Vaticano, encabezará los cursos que se impartirán durante una semana de forma privada en la Universidad Pontificia de México.

El exorcista Sante Babolin ha atendido casos con más de 10 años de posesión diabólica

Acompañado del rector de dicha institución, el padre Mario Ángel Flores, dijo que este seminario, al que sólo están invitados sacerdotes, pretende abordar temas desde el punto de vista teológico, bíblico y médico.

“La idea de estos cursos que, por cierto, es el segundo que se hace en la Universidad Pontificia, se hizo uno hace dos años, es tener más sacerdotes preparados para este ministerio”, expuso el rector de la Universidad.

Explicó que la participación de Babolin tiene como objetivo asesorar y brindar herramientas necesarias a sacerdotes que se encuentran activos en esta labor, ya que en estos tiempos resulta un tanto difícil y creíble esta práctica.

Para Sante Babolin, un ritual de este tipo es un tratamiento que en ocasiones puede durar una cantidad de tiempo indefinido, y relató que durante su trayectoria ha atendido casos en los que los afectados tienen más de diez años de posesión diabólica o que en dos años de tratamiento ha realizado el ritual de exorcismo a una misma persona en 64 ocasiones, hasta que ésta quedó liberada.

En nuestro país existen alrededor de cien sacerdotes exorcistas debidamente acreditados ante el Episcopado Mexicano, y en el curso, que se impartirá del 21 al 25 de julio, participarán alrededor de 40 religiosos provenientes de todo el país.

Sante Babolin recomendó a los exorcistas mexicanos asesorarse en todo momento de siquiatras y expertos, para que, ante la sospecha de posesión diabólica en una persona, quede descartado al cien por ciento cualquier tipo de enfermedad mental.

“Para realizar un exorcismo tiene que ir acompañado de un diagnóstico médico y siquiátrico. Una posesión demoniaca debe ser atendida con mucho respeto y humanidad, ya que la persona que lo padece sufre y es víctima de un espíritu maligno. En caso de ser una manifestación diabólica no basta con realizarse esta práctica una sola vez, además de ser necesario el acompañamiento siquiátrico”, expresó.

De acuerdo con Babolin, los exorcismos no son como en las películas, pues se trata de un proceso complejo, que consiste en rescatar al atormentado por el diablo para posteriormente sanar el alma y liberarlo de la atadura maligna.

El religioso relató que una ocasión una persona buscó su apoyo, tras cuatro años de exorcismos realizados por un sacerdote sin la aprobación episcopal para efectuar tal labor.

“Vino y, como para todos, pedí la visita médica, el médico me dijo que es un caso muy serio, no se trata de presión sino de algo que afecta al pensamiento, pero este muchacho estaba convencido que tenía al demonio. Por eso estamos de acuerdo con el siquiatra, yo le hago el exorcismo para desintoxicarlo, pero durante un exorcismo, estando él sentado, se elevó”, relató.

Preparación

El curso comienza a impartirse desde hoy en la Universidad Pontificia de México.

Se revisarán temas relacionados con la predisposición y vulnerabilidad a los trastornos siquiátricos de los individuos, las causas físicas y ambientales que coadyuvan a la perturbación del alma, y la correcta distinción de trastornos esquizofrénicos de otra clase de afectaciones.
Recomendaciones

En México existen alrededor de cien sacerdotes exorcistas debidamente acreditados.
Sante Babolin recomendó a los exorcistas mexicanos asesorarse en todo momento de siquiatras y expertos.
Un exorcismo tiene que ir acompañado de un diagnóstico médico y siquiátrico.
Una posesión demoniaca debe ser atendida con mucho respeto y humanidad.
En caso de ser una manifestación diabólica no basta con realizarse esta práctica una sola vez.