CIUDAD DE MÉXICO, 19 de octubre.- Tomas R. Frieden, director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), guardó silencio sobre el riesgo que significó para los pasajeros del Carnival Magic viajar con una mujer que estuvo cerca de la primera víctima mortal del ébola en Texas.
El crucero debió llegar a la isla de Cozumel, Quintana Roo, pero las autoridades mexicanas, en coordinación con sus contrapartes de EU, lo impidieron.
El 15 de octubre CDC alertó a la empresa Carnival Cruise de la presencia de la mujer en uno de sus cruceros, el “Carnival Magic”. Pero al día siguiente el director de CDC, Frieden, no mencionó nada del asunto durante su comparecencia ante miembros del Congreso de Estados Unidos.
Pero sí se refirió a México para hablar de lo “impredecibles” que son las enfermedades, como la influenza H1N1 “proveniente de México”, como revela la transcripción de dicha comparecencia ante el Subcomité de Supervisión e Investigación de la respuesta de los servicios de salud pública a la presencia del ébola en Estados Unidos.
Su actitud arreció las críticas de quienes piden su destitución por su pobre manejo de la infección en Texas, donde Nina Pham y Ander Joy Vinson, dos de las enfermeras que atendieron al liberiano Thomas Eric Duncan, quien falleció el pasado 8 de octubre en el Hospital Presbiteriano de Dallas, enfermaron de ébola.
En su reporte sobre la comparecencia de los responsables del manejo del ébola ante los miembros del Congreso estadunidense, The New York Times publicó el mismo 16 de octubre en su edición para la página web que el doctor Daniel Varga, jefe clínico de Texas Health Resources, reconoció que el personal que recibió a Duncan no portaba inicialmente todo el equipo de protección.