*¿Se perfilan los próximos González Iñárritu y Cuarón?…
¿Se perfilan los próximos González Iñárritu y Cuarón? La edición 57 de los Premios Ariel no sólo se encargará de reconocer a lo mejor del cine mexicano, sino puede ser la catapulta para los directores nacionales, pues también se eligen a los representantes en el Oscar.
Para esta entrega se disponen al máximo reconocimiento en Mejor Dirección los trabajos de Luis Estrada (La Dictadura Perfecta), Rigoberto Perezcano (Carmín Tropical), Alonso Ruizpalacios (Güeros), Jorge Ramírez-Suárez (Guten Tag, Ramón) y Ernesto Contreras (Las Oscuras Primaveras).
Ellos compiten por el máximo galardón nacional del séptimo arte, mas algunos logros de cineastas mexicanos en distintas épocas (en Cannes y, recientemente, en los Oscar) los obligan a seguir la misma tesitura, no sin antes pasar la aduana en el Palacio de Bellas Artes el próximo 27 de mayo.
Los Arieles han sido cuestionados —como muchos de los sistemas de premiación— por la “versatilidad” para elegir a los participantes finales, avalados por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC).
Sin embargo, las nominaciones a este galardón han impulsado la carrera de muchos cineastas, como la de Alejandro González Iñárritu y Alfonso Cuarón, los únicos mexicanos que han alcanzado la gloria al obtener un Oscar como Mejor Director, con Birdman (2014) y Gravity (2013), respectivamente.
Durante la 43 edición del Ariel, en 2001, González Iñárritu arrasó con su filme Amores Perros, tras ser nominado en 15 categorías, de las cuales obtuvo 11:
Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor (Gael García Bernal), Mejor Actor de Cuadro (Gustavo Sánchez Parra), Mejor Fotografía (Rodrigo Prieto), Mejor Sonido (Martín Hernández), Mejor Edición, Mejor Ambientación, Mejor Maquillaje, Mejores Efectos Especiales y Mejor Ópera Prima.
Alcanzar la corona de laureles como Mejor Director no sólo fue una justa valoración al trabajo de El Negro, sino que lo hizo en grande, al ganarle nada menos que a una leyenda: Felipe Cazals, quien participaba con Su Alteza Serenísima y que, finalmente, fue reconocido con el Ariel de Oro en esa entrega. Cabe destacar que este director ha sido nominado, desde los años 60, por lo menos en una ocasión por cada década.
Desde entonces, González Iñárritu ha sido creador de grandes cintas como 21 Gramos, Babel y Biutiful, nominadas en distintas categorías y en diversas premiaciones internacionales, pero sin obtener el reconocimiento a la Mejor Dirección. De hecho, Biutiful estuvo nominada en 7 categorías en la edición 53 del Ariel, sin obtener nada a cambio.
Por su parte, Alfonso Cuarón se dio a conocer en la edición 34 del Ariel con el filme Sólo con tu Pareja. Se trataba de la primera película de este director nacido en el DF, la cual tuvo 4 nominaciones: Mejor Fotografía (Emmanuel Lubezki), Mejor Guión, Mejor Ópera Prima y Mejor Argumento Original, consiguiendo el premio sólo en esta última categoría, compartido con su hermano Carlos.
Cuarón no pudo hacer nada en esa contienda al tener enfrente nada menos que a Alfonso Arau con Como Agua para Chocolate y a Carlos Carrera con La Mujer de Benjamín. No obstante, a partir de esta experiencia se desprende una carrera de mucho trabajo y reconocimientos en el extranjero no sólo para Cuarón, sino también para su inseparable amigo El Chivo Lubezki.
Del Toro, el otro de los 3 grandes. De los tres cineastas mexicanos (y grandes amigos) que triunfan en el extranjero, sólo Alfonso Cuarón no ha obtenido el Ariel por Dirección. Guillermo del Toro tiene un par y González Iñárritu uno (y no tuvo nominación por Biutiful).
Guillermo del Toro obtuvo 13 nominaciones en la 35a edición del Ariel (1993) por su película Cronos, ganando en 9 categorías, entre ellas la de Mejor Director. Posteriormente, en 2006, el cineasta tapatío se alzaría con el triunfo en la misma categoría de la edición 49 del Ariel con la película El Laberinto del Fauno, obteniendo, además, 9 estatuillas de 12 nominaciones.
Con esta cinta, Del Toro tuvo una nominación al Oscar por Mejor Película de Lengua Extranjera, sin el triunfo deseado.