Tengo más de 7 meses sin pruebas en mi contra, denuncia estudiante detenida

*“Tengo más de siete meses sin pruebas ni acusaciones documentadas en mi contra”…

“Tengo más de siete meses sin pruebas ni acusaciones documentadas en mi contra”, manifestó en entrevista radiofónica Angélica López, la joven detenida hace más de siete meses por supuestamente portar droga a su arribo al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

Fue el pasado 31 de diciembre de 2014 cuando la estudiante para bailarina del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) fue aprehendida, acusada de transportar tres kilos de cocaína en su maleta, cuando regresaba en un vuelo procedente de Bogotá, Colombia. A más de siete meses de la detención, no se ha realizado ni una sola audiencia en el proceso que se inició en su contra. En enero fue trasladada al penal de máxima seguridad de Tepic, Nayarit, y tres meses después al penal de Santa Martha Acatitla, en el Distrito Federal.

“Me voy al aeropuerto el 31 de diciembre y paso por lo que es la aduana y los filtros de seguridad correspondientes y mi maleta está perfectamente bien. Al llegar a la ciudad de México las personas de la aduana me detienen y dicen que mi maleta es sospechosa, ya que fue de las últimas en salir, fue la última. Me trasladan a lo que es un cuarto de revisión diciéndome que únicamente son trámites administrativos. En el cuarto me ponen volteada a la pared, de espaldas, con las manos esposadas, y me tienen ahí por más de seis horas llevándose mi maleta y a las seis horas regresan y me dicen que yo tenía paquetes de cocaína en mi maleta”, narró indignada.

Tras ello, personal de la aduana trasladó a Angélica López a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), donde también permaneció por largo tiempo. Posteriormente rindió su declaración e inmediatamente fue llevada al penal de máxima seguridad de Tepic. Todo, el mismo día de su llegada al país.

Angélica denunció que durante todo ese tiempo no tuvo acceso a un abogado, y aunque le dieron autorización para una llamada, la empleó en un aviso a un amigo para que enterara a sus padres; además, hasta su llegada al penal, supo de qué se le estaba acusando: del delito de introducción de estupefacientes.

Desde ese instante estuvo incomunicada por tres meses, hasta el día en que su mamá pudo ir a visitarla.

“Fue un infierno, ahí no somos nada, ahí somos un número, somos tratados de la peor manera, violan nuestros derechos como ser humano, incomunicada tres meses sin poder hablar con mi familia, sin saber qué estaba pasando, me estaba volviendo loca”, relató desesperada.

La estudiante del INBA detalló que cuando le dictaron el auto de formal prisión, el 9 de enero de este año, el juez ordenó su traslado a la prisión de Santa Martha Acatitla, pero en Tepic se lo rechazaban, argumentando que en el Distrito Federal no se podían mezclar presos del fuero federal con los del fuero común.

Pese a ello, se logró finalmente el traslado, el cual fue otro viacrucis, según sus propias palabras, ya que “me trasladan como si fuera de las peores delincuentes, con muchísima seguridad. Hombres encapuchados, armados, muchos federales en un viaje muy fuerte, muy feo, con muchos gritos, mucha violencia, muy feo, como si yo fuera una de las peores delincuentes me traen aquí, a lo que es Santa Martha”.

Ya en Santa Martha Acatitla, reveló que no solamente ha podido ver a su familia con mayor frecuencia, sino que “aquí tuve la oportunidad de seguir estudiando, y como sea es cárcel, pero no se me hace tan pesado”.