EU introdujo más armas a México para guerra entre narcos y militares

daño. Analizarán si las armas terminaron en manos de delincuentes mexicanos. Foto: notimex

La operación White Gun, similar en acciones a la de Rápido y Furioso, se encuentra bajo escrutinio en el Congreso, reveló ayer el diario Los Angeles Times, al destacar que en este caso el operativo dejó tres detenidos y sendas condenas.

De acuerdo con el rotativo, White Gun es una operación encubierta que ha empezado a ser analizada por congresistas a fin de conocer sus alcances.

Añadió que White Gun iba dirigida a atrapar a “nueve líderes del cártel de Sinaloa y entre éstos se incluía al más poderoso capo, Joaquín El Chapo Guzmán”.

“Los miembros del Congreso quieren ver si White Gun, así como Rápido y Furioso, perdió la pista de armas de fuego que terminaron en manos de delincuentes mexicanos”, indicó la versión periodística.

El periódico señaló que a diferencia de Rápido y Furioso, hasta ahora se ha defendido vigorosamente que la desconocida operación fue bien realizada y produjo tres arrestos y condenas.

Los tres involucrados (dos hombres y una mujer) “estaban tratando de adquirir armas de tipo militar para un cártel de la droga”, dijo un funcionario de la ATF que pidió el anonimato, porque se trata de una operación encubierta.

“Éste fue un ejemplo clásico de los chicos malos que aparecen en un lugar para conseguir las armas, sin ser arrestados por la policía”, expresó la fuente.

Los Angeles Times indicó que en White Gun la ATF realizó una operación encubierta tradicional con agentes encubiertos e informantes confidenciales tratando de atrapar sospechosos de trabajar para el cártel de Sinaloa.

Mucha de esta información se obtuvo con documentos internos de la ATF, incluyendo resúmenes de reuniones informativas y de trabajo fronterizo, agregó el diario.

Estas reuniones formaron parte de los operativos White Gun y Rápido y Furioso que comenzaron en el otoño de 2009. Según la versión, los funcionarios de ATF seguían ambos casos.

La nota añadió que a finales del verano de 2010 se conoció que un agente de la ATF que encabezaba la operación Rápido y Furioso en Arizona voló a la ciudad de México para ayudar a coordinar las investigaciones transfronterizas.

La agente Esperanza A. MacAllister quería tener acceso a las bóvedas con armas estadunidenses recuperadas por autoridades mexicanas en ataques y escenas del crimen, siempre de acuerdo con la versión del rotativo.