Huele a Alianza Fáctica

Por Manuel Narváez Narváez

mnarváez2008@hotmail.com

Twitter: @manuelnarvaez65

Las circunstancias que rodean al segundo y tercer lugar por la silla presidencial sugieren que podría haber alianza fáctica.

Me explico: he leído y escuchado de analistas políticos de rancio abolengo, del plano nacional y local, que Josefina mantiene buenas posibilidades matemáticas en entidades como Veracruz, Puebla, Guanajuato, Sonora y Chihuahua. Para lo que se juega y lo que se necesita, de ser así, no tan sólo es insuficiente, sino paupérrimo.

También he registrado la desconfianza y dudas sobre las encuestas y sondeos de empresas televisoras propietarias del canal de las estrellas; ahora también de medios impresos radicados en el D.F., algunos de ellos de probado prestigio. Sin embargo, a todas y cada una, la posición (a veces segunda, a veces tercera) y el porcentaje de preferencias que le otorgan, no han sido desmentidas, ni siquiera desestimadas por la candidata, tampoco por su equipo de campaña, muchos menos por una dirigencia ensimismada en lo que pudiera ser el centro administrativo del desastre que se avecina.

Aunado a esto, la candidata presidencial por el PAN ha consentido tácitamente los números que le reconocen hasta hoy, si no fuera el caso, entonces ¿cómo interpretar expresiones de: “La elección no está resuelta”; o, “si existen los milagros”,?.

Ahora bien, las réplicas del primer debate de la cual se dice ganadora, deberían haberse reflejado en repuntes de sondeos y encuestas, e impactos positivos en las redes sociales. A simple vista y con sentido común, esto no ha sucedido. En contraste, el puntero, según datos y cifras de los medios masivos de comunicación más comunes, se mantiene al frente sin mayores eventualidades.

En resumen de esta reflexión, la fractura interna del partido en el gobierno, la cerrazón y aires de autosuficiencia del primer mandatario, las envidias entre los equipos de precampaña y las posiciones machistas y misóginas de miembros activos con influencia mediática, impidieron estructurar una estrategia efectiva de relación con medios, con líderes de opinión, y organizar el equipo sofisticado que atendiera oportunamente las redes sociales, para que no les ganarán estos espacios tan importantes hoy día. Las consecuencias de esto saltan son avasalladoramente evidentes.

Con el escenario sentenciado, cabe la posibilidad, lo digo por las posturas amables que Andrés Manuel López Obrador ha obsequiado al “presidente espurio” y a Josefina, de pavimentar el camino hacia una alianza fáctica en favor del que esté en segundo lugar, esto en las postrimerías de los tiempos de campaña.

El voto útil es una herramienta recurrente en cualquier elección presidencial del mundo. Sucede cada vez que las posibilidades y las circunstancias lo permiten, y para nadie debe resultar extraño o inmoral que esta práctica sea socorrida por los interesados, porque no está legislado su impedimento.

En este momento desconozco cuál sea la posición que ocupe cada quien, ni sé cuán viable pueda resultar este probable ejercicio, sobre todo por la avalancha de críticas que vendrían del lado de puntero y de sus fans en medios, que tratarían de satanizarla, como ya lo hicieron en Edomex.

De lo que sí estoy convencido es que un arroz cocido se puede quemar con fuego de más o pegarse con tanto frío.

P.D. Si la tragedia se viene sobre la esquina de Eje 6 y Av. Coyoacán, los únicos que cuentan con salvavidas son el Presidente del partido y los presuntos coordinadores parlamentarios en el Congreso de la Unión.