El obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel calificó como grave que el sacerdote Alejandro Solalinde dejara el país, obligado por las amenazas de muerte en su contra, derivadas de su lucha pro-migrante en Ixtepec, Oaxaca, pero aclaró que la salida del presbítero no significa que abandone su lucha en favor de ese grupo social vulnerable.
El prelado señaló que el padre Solalinde » toma parte de algunos foros a los que fue invitado en Estados Unidos y Europa; esperamos que después regrese a Oaxaca para seguir acompañando a los migrantes, cosa que también estamos procurando hacer» en Chiapas, confió.
Entrevistado, el obispo de aquella ciudad de los Altos de Chiapas señaló que el obispo de Tehuantepec, Oaxaca, Óscar Campos le confirmó el viaje al exterior del defensor de derechos humanos, incluso, por recomendaciones de algunas instituciones.
El padre Solalinde recibió de cuatro a seis amenazas de muerte en días pasados, por ello se le recomendó que saliera preventivamente por algún tiempo, comentó Felipe Arizmendi.
Al referir que conoce al padre oaxaqueño desde sus días de seminarista en Toluca, señaló que pese a que le ha escrito personalmente no ha tenido respuesta aún del religioso.
En la diócesis de San Cristóbal de las Casas, el obispo aseguró que al sacerdote defensor de migrantes le han tocado momentos duros y difíciles por su labor en pro de esa población en el albergue Hermanos en el Camino en la localidad de Ixtepec
«Lo que pasa es que se afectan intereses de personas, pues hay mucha gente que vive de los migrantes, inclusive algunos narcotraficantes han visto que extorsionarlos les es más fácil y les queda más dinero que con la venta de droga», expuso el jerarca católico.
Puntualizó que el padre Solalinde ha denunciado con claridad de esos intereses afectados al proteger a los migrantes, que ha desembocado en amenazas que se espera no se cumplan.