Aristóteles se declara ganador virtual de la contienda con base en los resultados de los sondeos hechos por el PRI (Foto: José María Martínez)
El candidato priísta dice que esperará los resultados oficiales; pero su equipo ya se prepara para festejar
Aristóteles camina por la alfombra floreada de un salón repleto de un lujoso hotel cercano a la Glorieta Minerva. “¡Gobernador, gobernador, gobernador!”, ya le grita la militancia cuando el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) aún no ha llegado al 10 por ciento del conteo.
Aristóteles se declara ganador virtual de la contienda con base en los resultados de los sondeos hechos por el PRI que le dan una supuesta ventaja de 11 puntos porcentuales arriba de Enrique Alfaro, el candidato del Movimiento Ciudadano.
Con una sonrisa amplia, Aristóteles avanza por el pasillo y truenan los abrazos. Lo detiene uno, lo detiene otro, todos quieren acercase al priísta de 39 años, hijo de un magistrado, nieto de un sastre.
Aristóteles, Ari, como le dicen, tarda más de 20 minutos en salir de su búnker hasta la sala repleta de cámaras y micrófonos. Por fin sube a un templete y se sienta solo en una mesa blanca.
“No habrá fobias ni sectarismos”, lanza el candidato que pidió licencia en la alcaldía de Guadalajara para contender a la gubernatura de la entidad; habla de reconciliación y promete que su agenda principal será la calma a la entidad. Dice que del panismo dejará al secretario de Seguridad, Carlos Nájera, en el cargo.
Los seguidores de Aristóteles, casi todos jóvenes como él, son como una porra estudiantil. Él les pide «le bajen un poco a su emoción y a los aplausos para poder hablar con los periodistas».
Dice que buscará al actual gobernador panista Emilio González para tener una transición pacífica, promete que va a recoger las propuestas de los otros candidatos, que su primera visita será a la zona Wixárica de Jalisco, la más alejada y la más marginal de la entidad.
También dice que se esperará a los resultados oficiales, pero el grupo está por llegar para el festejo en la Minerva. Afuera llueve y deja de llover; adentro el calor sofoca.