CIUDAD DEL VATICANO, 5 de julio.- Elementos de la Guardia de Finanza, policía italiana especializada en asuntos económicos, cateó las oficinas de la congregación religiosa de los Hijos de la Inmaculada Concepción, ubicadas en un edificio extraterritorial del Vaticano.
Según confirmó el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, la inspección, que no involucró a empleados pontificios sino únicamente a personal de la comunidad religiosa, comenzó a las 09:30 horas locales (08:30 GMT) y duró aproximadamente dos horas.
Los uniformados se presentaron en la construcción ubicada en la Vía de la Conciliación número 3, al inicio de la avenida que une la ciudad de Roma con El Vaticano, y fueron autorizados a ingresar gracias a la colaboración de la Sede Apostólica.
El sacerdote jesuita precisó que el edificio es considerado “extraterritorial”, es decir que se encuentra en suelo romano pero su propiedad y tutela corresponde al gobierno central de la Iglesia, aunque las oficinas cateadas no, ya que son alquiladas a la congregación.
“Los superiores de la Secretaría de Estado dieron el consenso al ingreso en la edificación y al cateo, que fue cumplido por personal de la Guardia de Finanza italiana, en presencia de personal de la Gendarmería Vaticana”, indicó.
“Las actividades se desarrollaron en un clima de plena colaboración, en el respeto de las respectivas prerrogativas institucionales”, apuntó.
La revisión fue ordenada por la Procuraduría de Roma en el marco de una investigación por una estafa cometida al interior de los hospitales Instituto Dermatológico de la Inmaculada (IDI) y San Carlos de Nancy, ambos gestionados por la congregación.
Esas instituciones se encuentran al borde de la bancarrota tras un enorme hueco financiero todavía no cuantificado y, pese a ser instituciones de excelencia en Roma, desde hace meses pagan a cuentagotas a sus empleados, médicos incluidos.