Ponen freno a la comida chatarra en las escuelas

CIUDAD DE MÉXICO, 19 de agosto.- A partir del ciclo escolar que inicia mañana, la venta de comida chatarra tendrá nuevas restricciones dentro de los más de 220 mil planteles de educación básica de todo el país, destacando la disminución de calorías, sal y grasas totales.

Los lineamientos generales para el expendio de alimentos y bebidas en los establecimientos escolares establecen que para el inicio del ciclo escolar 2012-2013 debe aplicarse la tercera etapa que impone más limitaciones a los productos que se venden dentro de los planteles.

Con ello, queda prohibido el expendio de galletas, dulces, golosinas, pastelitos, lácteos y botanas que rebasen las 130 calorías por bolsita o paquete, así como los que superen 35 por ciento de grasas totales.

Aunque los lineamientos entraron en vigor el 1 de enero de 2011, las secretarías de Educación Pública (SEP) y de Salud (Ssa) determinaron que las restricciones a los productos de alto contenido calórico se aplicarían en tres etapas; es decir, en tres ciclos escolares, a fin de hacerlo de manera paulatina para que los fabricantes fueran adaptando sus productos para la venta dentro de las escuelas.

Es así como en el ciclo escolar que inicia el lunes 20 de agosto comienza la aplicación de la tercera y última etapa de estos lineamientos que regulan la venta de comida chatarra para niños de preescolar, primaria y secundaria.

El 23 de agosto de 2010, el Diario Oficial de la Federación publicó esos lineamientos con el objetivo de reducir el consumo de productos de alto contenido calórico dentro de los planteles de educación básica, debido a los elevados niveles de sobrepeso y obesidad entre infantes.

Ambas dependencias indicaron que los lineamientos son un estándar nacional que debe aplicarse en todas las entidades, “son criterios de aplicación obligatoria en alimentos y tienen una gradualidad de implementación durante tres ciclos escolares a partir del ciclo escolar 2010-2011”, establecieron en el acuerdo que regula la venta y expendio de productos en las escuelas.

En esta tercera etapa, las botanas que se vendan dentro de las escuelas deberán tener menos de 220 miligramos de sal por paquete, mientras que galletas o postres de algún cereal deberán ser elaborados al 100 por ciento de grano entero y harinas integrales, los cuales en la primera etapa sólo era obligado en 33 por ciento, y en 66 por ciento en el pasado ciclo escolar.

Esto significa que para el inicio del próximo ciclo escolar las medidas alimentarias tendrán más restricciones con la finalidad de dar cumplimiento a los lineamientos fijados por la SEP y la Ssa, aunque faltará verificar que al inicio de clases se cumpla esa disposición oficial del gobierno federal dentro de las escuelas.

Según el artículo décimo primero de los lineamientos de la venta y expendio de alimentos y bebidas en las escuelas, todos los planteles deben contar con comités de los establecimientos de consumo escolar, integrado por maestros y padres de familia, los cuales tienen la responsabilidad de hacer cumplir las prohibiciones a los productos chatarra dentro de los planteles.

Y es que el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) advierte que esta medida contribuirá a crear mejores hábitos alimenticios, pues “el exceso de peso corporal y sus complicaciones son actualmente uno de los retos más importantes de salud pública”, sobre todo porque 25 por ciento de la población infantil padece sobrepeso y obesidad.

En el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, el INSP indicó que tan sólo de 1980 a la fecha, la prevalencia de ambos padecimientos se ha triplicado en todas las edades, regiones y grupos socioeconómicos, pero lo más grave es que “continua creciendo a un ritmo alarmante, lo que ha llevado a nuestro país a ocupar el segundo lugar en obesidad en el mundo”.

Asimismo, el instituto señaló que uno de cada cuatro niños y uno de cada tres adolescentes tiene sobrepeso o es obeso, lo cual pone en riesgo su salud, porque pueden padecer enfermedades que antes eran exclusivas de los adultos, como diabetes o hipertensión.

Ante esas cifras alarmantes surgió la necesidad de regular y prohibir la venta de refrescos y productos de alto contenido calórico dentro de los planteles de educación básica, mecanismo que entra en su tercera fase de aplicación.

Como parte de las nuevas reducciones de calorías, los yogures sólidos y líquidos deben tener menos de 30 por ciento de azúcares de las calorías totales del envase, a diferencia del 40 por ciento que podían tener en la primera fase de aplicación de los lineamientos.

Además, el envase del yogur bebible o de alimentos lácteos deberá ser máximo de 200 mililitros, lo cual representa una reducción de 50 mililitros comparado con el envase que se permitía en el ciclo escolar pasado.

Respecto de los jugos de frutas y verduras, así como los néctares, deben respetar el tope máximo de 70 calorías por envase, el cual no debe ser mayor a 125 mililitros.

Las botanas no deben rebasar las 130 calorías por empaque ni superar 35 por ciento de grasas totales, además de mantener como tope 180 miligramos de sal (sodio).

Mientras que las galletas, donas, golosinas, postres y pastelitos deben mantener como máximo 130 calorías por paquete y 35 por ciento de grasas totales.

Aunque la SEP permite esos criterios nutrimentales para la venta de productos dentro de las escuelas, también advirtió que aun cuando las botanas, galletas, confites y postres cumplan con esas normas, lo recomendable es que los niños los consuman una vez por semana, en sustitución de un sándwich o una torta del refrigerio escolar.

Difieren sobre los resultados

Maestros, padres de familia y alumnos difieren sobre la conciencia alimentaria que ha generado la disminución de la venta de productos chatarra dentro de las escuelas.

Para algunos docentes, la medida aplicada desde hace dos ciclos escolares no ha funcionado para evitar el sobrepeso y la obesidad entre los alumnos; otros, sin embargo, aseguran que sí ha surtido efecto, porque ahora los niños llevan refrigerios más saludables.

Para la maestra de primaria Alejandra Vázquez, la reducción de comida chatarra dentro de las escuelas ha servido para que los niños vayan adquiriendo una cultura alimentaria; ahora saben que la obesidad es un problema que puede desencadenar enfermedades y por ello no deben abusar de las golosinas.

Pero la profesora Irma González opina lo contrario: “Dentro de los planteles los niños comen más sano, pero una vez que salen retoman los malos hábitos alimenticios, porque los papás les compran refrescos o chicharrones que dentro de las escuelas están prohibidos.

“Falta mucho para crear conciencia en la alimentación. Adentro de la escuela comen mejor, pero afuera comen mal y así pongamos a las escuelas de cabeza no va a funcionar si en sus casas siguen teniendo malos hábitos”, afirmó la profesora de primer grado de primaria.

Sin embargo, para la mamá Socorro Díaz la aplicación de los lineamientos sí ha funcionado para crear conciencia entre los padres y sus hijos, porque llevan refrigerios más ligeros, variados y ya casi ningún niño lleva refresco como antes.

Su hija Mariana difiere un poco de su mamá. Comentó que ciertamente ya casi nadie de sus compañeros lleva refrescos o leches de chocolate, pero siguen vendiendo productos chatarra. “Sólo que en bolsitas pequeñas”.

No obstante, reconoció que cada vez son menos los alumnos que llevan pastelitos o golosinas grandes en sus refrigerios. “Algunos llevan galletas de avena o barras integrales, pero ya casi nadie lleva donas, chocolates o refrescos”, relató.

Eso mismo percibe la profesora Teresa Villa, al señalar que las porciones de los productos son más bajas y que en vez de frituras grasosas, ahora se venden palomitas de maíz, fruta o amaranto.

Lunch para todos

De acuerdo con las autoridades educativas y sanitarias del gobierno federal, el refrigerio escolar debe cubrir de 15 a 20 por ciento de las recomendaciones diarias respecto de la energía de los alumnos de preescolar, primaria y secundaria.

NIVEL Requerimiento de cal. por día LUNCH

Preescolar mil 300 calorías entre 216 y 239 cal.

Primaria mil 579 calorías entre 263 y 290 cal.

Secundaria 2 mil 183 calorías entre 362 y 401 cal.

Desayunos en casa

La Encuesta sobre Expendio y Consumo de Alimentos en Escuelas de Educación Básica, realizada en 2010 por la SEP y la Ssa, detectó que:

83.2% de los niños desayunan en casa, y 16.8% no desayunan, de los cuales 6% no lo hace por falta de recursos económicos, mientras que 10% porque no tiene hambre o porque no le da tiempo.

Los criterios

Jugos de frutas y verduras y néctares. Envases menor o igual a 125 ml. y menor a 70 calorías.

Botanas. Bolsitas máximo de 130 calorías y menos de 35 por ciento de grasas totales

Galletas, pastelitos, postres y dulces. Paquetes de 130 calorías como máximo y menos de 35 grasas totales.

Para que el lunch contribuya a una dieta variada y completa debe incluir:

-Una porción de frutas o verduras

-Agua simple

-Un alimento preparado, como un sándwich, el cual constituye la principal fuente de energía del refrigerio.

El Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria sugiere algunas preparaciones básicas para lunches que se complementan con fruta y agua:

Quesadilla con tortilla de maíz (70 kcal.), rebanada de queso panela (23 kcal.) y aguacate (23 kcal.). Total 116 kcal.

Medio sándwich de jamón de pavo (100 kcal.) con aguacate (23 kcal.) lechuga y jitomate (10 kcal.). Total 133 kcal.

Medio pan para hotdog (70kcal.), con media salchicha de pavo (50 kcal.) y jitomate picado (10 kcal). Total 130 kcal.

Cuatro galletas (70 kcal.) con atún (55 kcal.). Total 135 kcal.

Un mollete (70 kcal.) con frijoles (60 kcal.) y queso panela (23 kcal.). Total 153 kcal.

Guerra al sobrepeso

El 23 de agosto de 2010, el DOF publicó esos lineamientos con el objetivo de reducir el consumo de productos de alto contenido calórico dentro de los planteles de educación básica, debido a los elevados niveles de sobrepeso y obesidad entre infantes.