Con una serie de actos cívicos iniciaron los tres días de duelo para conmemorar el primer aniversario de la tragedia en la que 52 personas perdieron la vida tras un atentado de la delincuencia organizada al Casino Royale, al sur de Monterrey.
La primera ceremonia luctuosa en honor de las víctimas del 25 de agosto de 2011, que murieron cuando un comando armado roció e incendió el acceso principal de la casa de apuestas, corrió a cargo del gobernador Rodrigo Medina, quien aseguró que para los criminales no habrá “ni olvido, ni perdón”, luego de izar la Bandera del Obispado a media asta.
“Estamos aquí para refrendar el compromiso de hacer justicia, de continuar con los esfuerzos que nos impone la ley y la solidaridad común y para recordar hechos que no deben repetirse, que envilecen a lo humano. Reafirmo que seguiremos los procesos judiciales con la mayor atención, con la mayor prioridad y el más alto sentimiento de fuerza del estado para castigar a los culpables”, dijo.
Los deudos de las 52 víctimas del Casino Royale colocaron mantas y flores afuera de la casa de apuestas ubicada al poniente de Monterrey, en el sector San Jerónimo.
Las cruces fueron renovadas; ahora hay una cruz blanca con el nombre de cada uno de los fallecidos, limpias; al pie de ellas, un sinnúmero de flores y veladoras que permanecen como un tributo permanente a las víctimas de la violencia organizada.
En las mantas, los familiares además de exigir apoyo de los legisladores a la ley pro víctimas; también exigen fondos para optimizar el servicio que brindan los Bomberos en la Localidad; además de exigir justicia para sus seres queridos.
En punto de las 15:00 horas dio inicio la ceremonia religiosa en la Iglesia Del Carmen, a unas cuadras de donde se ubica el derruido Casino Royale y casi a la hora en la que se registró el ataque en 2011.
Durante la homilía encabezada por el obispo auxiliar de Monterrey, Jorge Cavazos, así como por los sacerdotes Francisco Ruiz y Juan José Martínez, entre lágrimas y abrazos de reencuentro, los familiares de las víctimas colocaron 52 velas en memoria de sus muertos, mientras que el obispo pedía por las víctimas de la delincuencia organizada.
Ahí, en la Iglesia se congregaron poco más de 500 personas, hombres y mujeres de todas las edades, familiares, amigos y personas solidarias que reñían tributo a los fallecidos.
Los deudos aún encuentran fortaleza para exigir el establecimiento de un Memorial de Justicia para las Víctimas de la Delincuencia, no sólo para quienes murieron el el ataque a Casino Royale.
Samara Pérez Muñiz, quien acudió ese día a la casa de apuestas junto a su hijo Bratt de 18 años, es casi la vocera de los deudos de las 52 víctimas y exige un compromiso serio, porque a un año aún quedan muchas preguntas sin responder.
En los próximos tres días de duelo, no todo será silencio, reclamos y dolor, también se llevarán a cabo algunos actos musicales y campañas de responsabilidad social, en los que se exigirá a los gobiernos municipal, estatal y federal respuestas sobre el multihomicidio. Hasta ahora, sólo 13 de los 28 delincuentes presuntos miembros de Los Zetas detenidos con relación al atentado incendiario a la casa de apuestas, son procesados por homicidio calificado y agrupación delictuosa en el Juzgado primero Penal de Monterrey.