En vuelos al espacio, no hay plan para fallecidos

CIUDAD DE MÉXICO, 11 de noviembre.- La profesión de astronauta es una de las más apasionantes para el hombre, pero también es uno de los oficios más peligrosos que existen, un tripulante que viaja al espacio puede perder la vida en cualquier momento.

Un hombre que viaja al espacio requiere de una gran estabilidad mental, conocimientos especializados y una muy buena forma física.

Desde el primer viaje del hombre al espacio en 1961 a través de la nave espacial rusa, Vostok 1, que logró colocar a Yuri Gagarin a 300 kilómetros sobre la Tierra, y hasta el día de hoy, 500 han sido los hombres y mujeres que han emprendido los viajes de exploración cósmica, pero 21 de ellos no lograron completar su misión exitosamente al perecer durante el viaje.

En entrevista para Excélsior, Alice Gorman, especialista en el campo emergente de la arqueología espacial, subrayó que sorprendentemente no existen en la actualidad políticas que tracen los procedimientos con el cuerpo de los astronautas en caso de que ocurra un accidente fatal durante la misión.

Luego de que el sofisticado robot Curiosity arribó a Marte e inició sus labores de exploración, dirigentes de la NASA dieron a conocer que este logro sentaba las bases para alcanzar la meta de enviar seres humanos al Planeta Rojo.

A pesar de que dicho proyecto se calcula en un plazo mayor a 25 años, los especialistas difieren acerca de las probabilidades reales de llevar a cabo dichas hazañas, debido a que implicaría un gasto más elevado del utilizado para el envío del Curiosity (dos mil 500 millones de dólares) y mayor despliegue de seguridad durante el viaje lo que implica una proeza poco práctica para los fines de investigación en este planeta.

Uno de los obstáculos, aún sin resolver, que más dudas provoca entre los expertos es el de la seguridad de las tripulaciones durante el largo tiempo que los astronautas tendrían que permanecer en el espacio en dichos viajes.

De acuerdo con Alice Gorman, los encargados en llevar a cabo estas misiones estarían expuestos a riesgos como exposición continua a la radiación solar, efectos de la ingravidez en el cuerpo del hombre, accidentes ocurridos durante las tormentas de arena, efectos sicológicos, e incluso la muerte.

“La NASA actualmente no tiene una política relativa a la gestión de los muertos en misiones largas como la de viajes espaciales a Marte. Aunque las opciones en caso de que un astronauta muriera son: liberar el cuerpo en el espacio, enterrarlo en el lugar de destino o devolver el cuerpo a la Tierra”, dijo Gorman.

Hasta el momento las incursiones al cuarto planeta de nuestro sistema Solar han sido realizadas por tres vehículos exploradores conocidos como Mars Exploration Rover los cuales han tomado en promedio seis meses tan sólo en arribar al planeta.

Por su parte, la superficie de la luna ha sido el límite espacial para los seres humanos, mientras que en el lapso de duración fuera de la Tierra fue el astronauta ruso, Valeri Poliakov, quien permaneció más tiempo fuera de la Tierra, es decir 14 meses a bordo de una estación soviética, de nombre MIR.

De acuerdo con la Agencia Espacial Europea (ESA por sus siglas en inglés) los prolongados viajes espaciales provocan severos trastornos físicos en los seres humanos que van desde la perdida de equilibrio y desorientación inmediata –lo que significa por ocasiones los astronautas no sean capaces de identificar ni sus propias extremidades–, problemas de circulación y la pérdida de masa muscular y ósea, entre otras.

Las tragedias

Si bien el viaje del hombre a Marte ha sido cuestionado severamente por algunos y celebrado por otros, la carrera espacial del hombre a destinos zonas como la luna y las estaciones espaciales internacionales, no se ha presentado sin que no hayan ocurrido accidentes o pérdidas humanas y materiales.

Oficialmente sólo tres cosmonautas rusos murieron en el espacio durante la misión espacial Soyuz 11 después de una estancia de tres semanas en la estación Salyut 1 acusa de asfixia cuando una válvula de ventilación se separó accidentalmente del módulo de servicio de oxigeno. Los cuerpos de los astronautas fueron encontrados por el equipo de rescate una vez que la nave se encontraba en Tierra, pues esté prosiguió su viaje después del accidente.

De acuerdo con Alice Gorman, la mayoría de los decesos en los viajes espaciales han ocurrido durante el lanzamiento o reingreso a la Tierra de las naves, o mientras se llevan a cabo las pruebas espaciales.

El cinematógrafo holywoodense ha provocado en el imaginario colectivo relacionar las accidentes espaciales a hombres enfundados con la escafandra y traje blanco flotando en el espacio estelar o disecándose ante la falta de oxígeno.

La también investigadora de la Escuela de Astronomía y Astrofísica de la Universidad Nacional de Australia, comentó a este diario que esas escenas no podrían estar más lejos de la realidad: “en ciencia ficción, los cadáveres en el espacio se convierten como momias disecadas por las condiciones extremas, pero no existe tal cosa. No ha habido muertes en el espacio en donde los cuerpos permanezcan en la atmósfera, aunque claro que ha habido muchas pérdidas humanas durante las misiones”.

Agregó que además de las misiones lunares, la mayoría de los viajes espaciales suceden en la Órbita Baja Terrestre por debajo de dos mil kilómetros sobre la superficie de la Tierra: “Si alguien fuera a morir a bordo de una nave y no pudiera ser recuperada, eventualmente ésta se iría aproximando de regreso a la atmósfera y se quemaría.

“Hay algunas consideraciones acerca de la muerte en la Ley Nacional Aeronáutica y del Espacio de 1951 de Estados Unidos, en donde se especifica que en caso de que ocurra un accidente en el espacio que ocasione la muerte de un miembro de la tripulación, el director de la misión debe de tomar el control de los restos con el fin de determinar la causa del deceso mediante una autopsia”, afirmó Gorman.

La investigadora dijo que es importante que las Agencias Espaciales se adentren más en materia de emergencia y accidentes fatales si se planea alentar el inicio del turismo espacial: “las cosas pintan más sencillas para los astronautas capacitados, pero ¿qué va a suceder con los turistas espaciales que se planean visitarán el espacio en un futuro?”, finalizó.