PEKÍN, 9 de septiembre.— Las labores de rescate y limpieza tras los terremotos que dejaron al menos 80 muertos y 820 heridos en el suroeste de China se intensificaron ayer, entre advertencias de que el mal tiempo podría perjudicar los trabajos de búsqueda.
Las autoridades enviaron ayuda a una remota región montañosa y rescatistas con perros adiestrados para buscar a más sobrevivientes.
Más de 100 mil residentes fueron desalojados luego de que los sismos del pasado viernes destruyeron cerca de 30 mil viviendas.
Los temblores de 5.6 y 5.7 grados en la escala de Richter, que sacudieron las provincias de Guizhou y Yunnuan, causaron el corrimiento de montañas y las rocas invadieron carreteras, lo que impidió que socorristas llegaran a pueblos distantes, y las comunicaciones quedaran interrumpidas.
Pronósticos meteorológicos afirmaron que había probabilidades de lluvia en los próximos tres días, lo que podría obstaculizar las labores de rescate. La agencia noticiosa oficial Xinjuá dijo que funcionarios advirtieron del riesgo de “desastres geológicos causados por lluvias”, tales como aludes en la región azotada por los sismos.
Sin embargo, hubo algu-
nas noticias positivas, la televisión estatal reportó que cuatro bebés habían nacido en hospitales temporales establecidos desde los temblores.
El primer sismo, de magnitud 5.6 se sintió poco antes de las 11:30 a.m. (hora local) y fue seguido por un sismo de 5.7 después del mediodía. Aunque de magnitud moderada, los sismos fueron poco profundos, lo que a menudo causa destrucciones más severas.
Zhang Junwei, portavoz del buró sismológico de Yunnuan, indicó ayer que el saldo de muertes era 80. El departamento de asuntos civiles de esa misma provincia aseveró que otras 820 personas habían resultado heridas.
El condado más afectado fue Yiliang, donde ocurrieron todas las muertes a excepción de una.
El primer ministro chino Wen Jiabao visitó ayer el área afectada y fue visto en televisión consolando a sobrevivientes y caminando por hospitales.
El servicio sismológico de Yunnan informó que al menos 700 mil personas quedaron damnificadas.