El presidente de la Cámara de Diputados, Guadalupe Acosta Naranjo, reveló anoche que” mandos medios” del propio órgano legislativo facilitaron la intervención ilegal de comunicaciones y obstaculizaron las primeras investigaciones”, por lo que confió en que pronto habrá detenidos por el presunto espionaje en San Lázaro.
Encargados de ese nivel en las áreas de telefonía e internet de la Cámara baja, presuntamente involucrados, se presentarán a partir de hoy y hasta el próximo viernes entrante ante la Procuraduría General de la República a rendir sus respectivas declaraciones.
Será el Ministerio Público quien determine si esos trabajadores, cuyo número e identidades no fueron dados a conocer, quedarán a su disposición o en qué calidad legal permanecerán a partir de sus declaraciones previas, señaló el legislador perredista.
En entrevista, Acosta Naranjo afirmó que “hay indicios más o menos firmes” de las personas que “facilitaron la posibilidad de espiar en la Cámara de Diputados” y bloquearon las pesquisas iniciales que hizo la propia administración.
“Estoy seguro que pronto habrá incluso detenidos”, auguró.
Señaló que hasta el momento la responsabilidad del presunto espionaje denunciado ante la PGR la semana anterior pesa sobre diversos mandos medios.
El diputado presidente descartó la participación de algún legislador en este ataque a la Cámara de Diputados.
Confirmó que hoy martes la Cámara, a través de su Dirección General de Asuntos Jurídicos, presentará ante la PGR el dictamen de una empresa privada que acredita la presunta intervención ilegal de comunicaciones privadas en el Palacio de San Lázaro.
PRUEBAS. Durante más de dos horas, a partir de la una de la tarde de ayer, Acosta Naranjo se reunió en privado en sus oficinas con el vicecoordinador del PRI, José Ramón Martel –según informó éste-, a quien mostró algunas fotografías del equipo presuntamente utilizado para la intervención telefónica, que fue entregado a la Procuraduría General de la República (PGR), la semana pasada, como parte de las pruebas del supuesto espionaje al órgano legislativo.
Físicamente eso fue lo único que el perredista mostró a Martel, ya que aparte, sólo de manera verbal, le describió un aparto localizado y también entregado al Ministerio Público, coloquialmente llamado “pollo”, que es “como del tamaño de un queso de tuna”, cuyos cables estaban al parecer deliberadamente cortados, y que según Acosta Naranjo sirve para interceptar comunicaciones telefónicas.
“Lo que nosotros (el PRI) queremos saber es la neta de las netas”, afirmó el número dos de la bancada tricolor en San Lázaro.
Pese a las escasas e intangibles “pruebas” presentadas por el diputado del PRD, Martel se negó a considerar que la investigación del presunto espionaje “generalizado” al Palacio Legislativo de San Lázaro haya comenzado a diluirse: “Eso lo tendrá que determinar la propia PGR. Tenemos plena confianza en esta institución”, dijo.
Martel afirmó que le dijo a Acosta Naranjo que a su parecer “hay métodos más sofisticados de escucha que nadar cortando y poniendo alambres. La tecnología hoy nos da formas más sofisticadas para el espionaje. En Estados Unidos hay scanners que permiten oír ilegalmente conversaciones a una distancia considerable sin tener que estar entrando a las oficinas y colocar aparatos y cables”, señaló.