Uno de los propósitos más recurrentes durante los primeros minutos de año nuevo es el de perder peso, por lo que la mayoría de los gimnasios del estado de México ofrecen rebajes y descuentos en inscripciones y mensualidades para atraer la atención de los mexiquenses.
A unos días de la llegada del 2012, el “Castillo GYM”, ubicado en la colonia Nuevo Laredo, en Ecatepec, aún espera la llegada del primer valiente que se atreva a mejorar su condición física. Incluso, no tendrá que pagar la primer mensualidad, de 300 pesos, la inscripción será más que suficiente para empezar a ponerse ‘en forma’.
El horario no es excusa, desde las 7 de la mañana el gimnasio está abierto, así lo asegura Alfredo Jiménez, instructor y responsable de este lugar, en donde las bicicletas para cardio, las pesas, y los aparatos para ejercitar cada parte de nuestro cuerpo abundan. “Lo que hace falta todavía, son los nuevos clientes”, bromea mientras finaliza su rutina d entrenamiento.
Para Alfredo, la desidia y la pereza son los rivales ‘naturales’ de este negocio, pues aunque la mayoría de sus clientes se inscriben con muchas ganas, “el estrés y el cansancio provocados por el trabajo termina por vencerlos y dejan de asistir al gimnasio.
Esta situación se ha agravado en los últimos años, luego de la aparición de ‘milagrosos’ aparatos de ejercicio promocionados en la televisión que aseguran que con 10 minutos de uso, se logrará una condición física equivalente a una hora de ejercicios de gimnasio.
Alfredo, no puede contener las risas antes estas ‘realidades’ que a final de cuentas, terminan por engañar a los mexiquenses.
“¿Cómo puede imaginarse la gente que tendrá un cuerpo como el de “Rambo” o “Rocky” con solo subirte a un aparato que, o les va a terminar dando toques o sólo logrará que les vibre todo el cuerpo? Es ridículo pensar que con esos aparatos tendrán una mejor calidad de vida”, enfatizó.
La realidad, de acuerdo a Alfredo, es que estos productos de televisión han alejado a las personas de estos establecimientos, a pesar de que el precio de la mayoría de estos aparatos, puede alcanzar los cinco mil pesos.
“Salvo las chicas que vienen a hacer aerobic’s o pilates, pocos son los chavos que vienen a ejercitarse, pero eso no implica que nos demos por vencidos, el año apenas empieza y seguramente en las próxima semanas habrá más gente, todavía falta que muchos libren la ‘cuesta de enero’ y tengan dinero para cumplir su propósito”, puntualizó.