Tres personas fueron detenidas por la Marina y la Agencia Estatal de Investigaciones; se les acusa de homicidios, secuestros y robo en dos municipios
Durante un operativo conjunto, elementos de la Secretaría de Marina y de la Agencia Estatal de Investigaciones detuvieron a tres presuntos integrantes del cártel del Golfo que se dedicaban al secuestro, robo y homicidio en los municipios de Monterrey y Allende.
En rueda de prensa, el procurador Adrián de la Garza Santos y el vocero de Seguridad Pública, Jorge Domene, reportaron la detención de Alan Josué «N», originario de Allende, quien confesó ser líder de la banda; así como de Jorge Eduardo «N» y Demi Vianey «N».
Los tres fueron detenidos en un operativo de inteligencia cuando se encontraban en un hotel ubicado al sur de Monterrey, ubicado en la Carretera Nacional.
Los detenidos confesaron una serie de secuestros, robos y homicidios que se realizaron en el municipio citrícola de Allende, a unos 80 kilómetros al sur de Monterrey.
Al momento de la captura, se les aseguró una camioneta Gran Cherokee, dos armas largas, dos armas cortas, cartuchos y una granada de fragmentación, reveló el vocero de seguridad.
Domene Zambrano dijo que los detenidos aseguraron participar en un robo con violencia a una tienda de conveniencia al sur de Monterrey; en el secuestro de dos jóvenes en Garza Sada, del cual obtuvieron 10 millones de pesos como rescate.
Además del secuestro de tres empresarios de Allende, del que recibieron un rescate de 4.5 millones de pesos y de un comerciante de Santiago, por el cual cobraron 2 millones de pesos.
Domene Zambrano añadió que los sujetos también son responsables de lanzar en varias ocasiones granadas a la comandancia de policía de Allende y de colgar a un menor en un puente de la misma localidad.
Huyen de la violencia
A pesar de los operativos mixtos que mantiene la autoridad federal y estatal, el éxodo de las familias que habitan en la zona citrícola se mantiene, reconoció el alcalde de Allende, Jorge Salazar.
El presidente municipal dijo que tras la ola de secuestros, robos y homicidios que se han registrado en la zona, cerca de 40 familias han emigrado de la localidad en busca de un lugar más seguro para residir.