Con la cartera desembainada llegan a conocer los atractivos mexicanos y sólo quieren lo más exclusivo.
Su presencia en los últimos años se ha incrementado, según datos de la Secretaría de Turismo Federal (Sectur), durante los primeros meses de 2012 y 2013 la llegada de turistas rusos en México, se incrementó más de 50% y la tendencia es que siga a la alza.
Esto se puede deber, en parte, al aumento de vuelos de las aerolíneas rusas Aeroflot y Transaero con destino a Cancún, aunado al auge de su clase media y las altas esferas económicas ansiosas por conocer el mundo a todo lujo.
De acuerdo con Paula Gamas, fundadora de la agencia de viajes ITC, el turista ruso busca los paquetes más caros. Les interesan hoteles como el Four Seasons (para turismo premium), y cuando rentan un auto debe ser de firmas como Ferrari y Lamborghini.
No suelen ser sonrientes, al contrario, es complicado sacarles una sonrisa, y aun así esta se verá fría. Sin embrago, es un hecho que cuando se van de México lo hacen contentos y asombrados por la alegría de su gente, eso es lo que más los intriga e incluso preguntan por qué nos vemos tan contentos.
Es fácil reconocerlos porque usan ropa de diseñador, como Prada, Hermès y Gucci.
Todos los elementos de su vestimenta y accesorios tienen que ser de etiqueta reconocida. En nuestro país, cuenta Gamas, se les organiza demostraciones privadas de joyería de plata. No les gusta comprar en mercaditos, ni adquirir artesanías.
Cortesía Turismo HH
Suelen llegar en grupos de más de 40 años de edad, parejas casadas o solteros, pero también maduritos. Muchos se transportan en sus propios aviones o rentan uno comercial, y no necesariamente tienen que ser jets pequeños.
Durante toda su estadía viajan por aire, nada de autobuses o camionetas, a menos que sea en paseos dentro de la ciudad de México.
«En una ocasión recibimos un grupo de parejas que venía a una exposición canina, llegaron en un avión grande con 8 perros. A los animales les rentamos un departamento en Polanco para que los arreglaran y descansaran antes de las muestra canina, mientras que ellos se hospedaron en el Four Seasons», comentó la fundadora de ITC.
Para los recorridos a sitios cercanos, como Teotihuacan rentan helicópteros. Otros más alquilan yates para ir a nadar con el tiburón ballena a Quintana Roo y contratan paseos en helicóptero para sobrevolar el área de Tulum.
Uno de sus destinos es Acapulco, de acuerdo con la experiencia que ha tenido la ejecutiva. Un cliente le contó que en Rusia se presentó una obra de teatro famosa que hablaba del puerto, así que ellos llegan con expectativa de conocerlo.
No podía faltar el tequila y, en especial, el recorrido que parte de Guadalajara, a bordo del Tequila Cuervo Express, con destino, precisamente, al Pueblo Mágico de Tequila, para conocer el proceso de elaboración del destilado. Claro, a lo largo del viaje no puede faltar el vodka.
Además, les gusta comer carne, y las carnitas han sido uno de los platillos mejor aceptados.
En general se trata de un turismo serio y exigente, de acuerdo con guías de turistas de sitios como Palenque. Mientras que en otros países europeos, como República Checa, destacan por se estrafalarios en comparación con el resto de los habitantes, sobre todo las mujeres, que portan grandes abrigos de piel y se maquillan mucho.
Para dimensionar el nivel de consumo que tienen, un grupo de 24 personas deja una derrama de 250 mil dólares en 15 días, mientras que un grupo de estadounidenses o canadienses gastan 24 mil dólares.
De México para Rusia.
Un viaje a Rusia con ITC tiene un costo estimado de entre tres mil y cuatro mil dólares por persona, incluyendo hospedaje y entrada a los recorridos privados por museos. A esto hay que sumar el transporte aéreo que ronda los mil 500 dólares. Los puntos imperdibles son Moscú y San Petesburgo.