COCULA, Gro., 29 de octubre.— Autoridades y peritos de la Procuraduría General de la República (PGR) realizaron un recorrido por el basurero municipal, donde se localizó una nueva fosa clandestina, la cual ya es investigada.
Entre el grupo multidisciplinario de especialistas participan los argentinos, quienes colaboran con las agencias de investigación mexicanas en el rescate e identificación de los cadáveres encontrados tanto en la periferia de Iguala, como en las fosas recientemente encontradas en Cocula.
Desde las primeras horas del lunes se mantiene un cerco de vigilancia en torno del basurero de Cocula, el cual fue abierto hace más de diez años para depositar los desechos sólidos de las 25 comunidades que integran este municipio.
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El rastreo desplegado en la zona obedece a la confesión de miembros de la organización criminal Guerreros Unidos, quienes reconocieron haber recibido a un numeroso grupo de personas la madrugada del pasado 27 de septiembre y haberlos trasladado a Cocula.
Hasta el cierre de la edición no se informó de ningún avance sobre el rescate o identificación de cuerpos en el sitio, ni tampoco se estableció el número de restos humanos encontrados.
A las 15:00 horas, de un helicóptero descendió Tomás Zerón de Lucio, jefe de la Agencia de Investigación Criminal, junto con uno de los detenidos, quien fue llevado a la zona para localizar las fosas clandestinas.
Además de recorrer el área cercana al basurero, los encargados de la diligencia también caminaron por la ribera de un arroyo, con el propósito de identificar el sitio exacto en el que la organización criminal depositaba los cadáveres de las personas que asesinaba.
La zona investigada está en una barranca de aproximadamente 50 metros de profundidad, junto al basurero; en el sitio ya fueron fijados los puntos para rescatar los cadáveres.
El rastreo continúa en la zona acordonada, la cual podría ampliarse, si se confirman las declaraciones de las personas aprehendidas.
Alrededor de 15 peritos de la PGR trabajan sobre la ladera del un cerro donde se fijaron los sitios para realizar las excavaciones. Un equipo encargado de ubicar los cadáveres mantiene un rastreo en la zona.
Hasta ayer, ninguno de los puntos había sido excavado y sólo se fijaron los sitios de búsqueda; aún no hay indicios de tierra removida en este paraje que indique que recientemente fueron enterradas personas.
Para realizar la fijación de los sitios de búsqueda fue necesario que los peritos descendieran a rapel por la ladera del cerro, debido a lo inclinado de la cuesta sobre la que se presume están los normalistas desaparecidos.
La vigilancia periférica de la zona investigada es protegida por efectivos de la Marina, del Ejército mexicano, de la Policía Federal y de la Interpol, quienes resguardan a los especialistas que trabajan en la zona.
De acuerdo con habitantes de esta comunidad aledaña a la ciudad de Iguala, los operativos de las fuerzas federales son constantes desde el pasado 14 de octubre, y se ha detenido ya a personas ligadas a los grupos criminales, varias de las cuales ya fueron trasladados a cárceles federales.
La Marina Armada de México también ha establecido una base de operaciones en la comunidad de Nuevo Balsas, sitio en el que se presume opera una célula criminal, la cual es investigada por las agencias federales.