Con anomalías, 90% de los centros privados para adictos

GUADALAJARA, JALISCO (05/ENE/2012).- De los 154 centros de rehabilitación detectados en 2010 de acuerdo con el último censo que hizo el Consejo Estatal Contra las Adicciones en Jalisco (CECAJ) —el conteo de 2012 está en proceso—, en alrededor de 90% se ha detectado algún tipo de irregularidad en materia de salubridad, que puede ser desde el manejo de alimentos hasta el número de internos que caben en una habitación, señala Enrique Cisneros Madrid, jefe del Departamento de Insumos para la Salud de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ).

Cisneros Madrid comenta que poco a poco se ha profesionalizado el personal que atiende esta problemática, a través de cursos que ha ofrecido el mismo CECAJ y a través de los cuales ya hay especialistas con certificación internacional. Sin embargo, aún hay trabajo por hacer, especialmente en los sitios de ayuda mutua, que además de ser dirigidos por personal no calificado, carecen de recursos económicos.

En promedio, los establecimientos económicos cobran alrededor de mil 500 a tres mil pesos mensuales. Un servicio profesional cuesta entre 80 y 120 mil pesos. Oceánica, por ejemplo, cobra aún más.

“Entonces, lo que vemos es que muy pocas familias pueden pagar un servicio profesional. Y para resolver la problemática es común que le hablen a un centro que se lleve a la fuerza a su pariente, con lo cual la familia también agrede al paciente porque lo privan e su libertad (sólo pueden decidir si son menores de edad)”.

El jefe de Insumos para la Salud de la SSJ señala que la diferencia de los centros de Alcohólicos Anónimos, además de que no ofrecen servicio de hospitalización, es que sólo reciben a personas que reconoce su problema y que tienen la condición de no llegar intoxicada. “Ahí es cuando comienzan los problemas con los famosos anexos, porque desean ayudar, pero a veces no tienen idea de cómo hacerlo”.

La privación ilegal de la libertad o de la vida son tal vez las problemáticas más graves que se han dado en este tipo de lugares, pero eso tiene que ver con autoridades judiciales.

En lo que respecta a la SSJ, las irregularidades más comunes que encuentran los inspectores en establecimientos de internamiento —especialmente los que no están reconocidos por el Centro Nacional para la Prevención y el Control de las Adicciones (Cenadic)— son: espacios pequeños para la cantidad de personas que atienden, alimentos en proceso de descomposición que les “donan”, usan agua que no está potabilizada, los alimentos no se preparan en condiciones salubres, fugas en las descargas de agua o el uso del trapo para todo tipo de superficies.

Cisneros Madrid explica que el procedimiento es levantar un acta de verificación, el cual se entrega a la SSJ, donde se emite un dictamen en el que se determina si hubo incumplimiento con la legislación y qué artículos se infringieron. Se da un plazo para que corrijan y ellos solicitan ampliación.

“Normalmente se detecta la irregularidad y se les da tiempo para que lo corrijan. Y puede ser que la acaten o que en una visita simulen que hay sólo literas y cuando se van los inspectores, echan los catres o los colchones en el suelo para todos los internos. O si usan agua de la llave, la echan a un garrafón y así nos engañan. Lo que estamos ahora promoviendo es que todos tengan los requisitos de salubridad, para que sepan que deben estar en norma. Con que nos escriban un correo (a infossj@yahoo.com.mx) les enviamos toda la información”.

El funcionario concluye que el combate a las adicciones es un problema de salud pública que deben atender los tres órdenes de Gobierno, desde el momento en que los municipios emiten los permisos para este tipo de establecimientos, hasta la atención que se ofrece a la población para rehabilitarse.

Desde 2010, el CECAJ cuenta con una bolsa de apoyo para las personas que requieren internarse en un centro de rehabilitación. El procedimiento es que hablen a algún centro Nueva Vida y que ahí se le diagnostique si requiere del servicio. La propuesta a futuro es que, cuando se comiencen a certificar todos los centros de rehabilitación en el país —lo cual aún no existe—, el Seguro Popular se haga cargo de estos costos.

SITUACIÓN Y ALCANCE
Atenciones

Los centros de rehabilitación que quieran información de lo que requieren para estar en regla pueden escribir a infossj@yahoo.com.mx.

El Consejo Estatal Contra las Adicciones en Jalisco (CECAJ) tiene este año una bolsa de 15 millones para pagar la atención de personas con adicción. Esta bolsa surgió hace dos años, con cinco millones, cifra que se mantuvo en 2011. Los interesados en este subsidio tienen que marcar al centro Nueva Vida para un diagnóstico.

A nivel nacional se plantea que haya una acreditación. Esto tendrá muchos más requisitos que los reconocimientos del Centro Nacional para la Prevención y el Control de las Adicciones (Cenadic) y serán obligatorios para que reciban subsidios. También se solicitaría personal acreditado en atención de adicciones.

Jalisco es de los pocos estados que tienen censos de establecimientos. En 2008 había 194 y en 2010, 154. Actualmente ya se inició el censo de 2012.

Cuando se logren las acreditaciones, se firmará un convenio con Seguro Popular, para que éste solvente el costo de la rehabilitación de cualquier persona que lo requiera, en un centro mixto o con profesional calificado.