De Perversos y Cosas Peores

Vienen cosas muy buenas y si usted no las ve, después no se queje. Y sí, están en la televisión de paga.

¿Por qué? Porque lo bueno cuesta, porque cuesta menos de lo que cuestan otras cosas y porque el fenómeno del reacomodo de contenidos no es exclusivo del mercado mexicano, es mundial.

Y de todo de lo que viene, hoy le quiero escribir de dos títulos indispensables para que los vaya apuntando en su agenda y para que tenga tiempo de platicar con su proveedor favorito de cable o de antena directa al hogar.

El primero es The Girl y se estrena este domingo a las 20:15 por HBO.

¿Qué es? Una película especial para televisión, de producción propia.

¿De qué trata? De algo que es fundamental para los amantes del cine y que al mismo tiempo es un chisme maravilloso y un emocionantísimo estudio sobre la perversión humana.

Es la historia de amor, terror y lujuria entre el famosísimo director Alfred Hitchcock y Tippi Hedren, la actriz que interpretó dos de sus películas, entre ellas una de la más importantes en la historia de la cinematografía internacional: Los pájaros.

Deje usted que Los pájaros, por si misma, es una obra de arte sobre la que se puede hablar durante días enteros. Ahí pasaron cosas raras, cosas macabras, monstruosidades que cambiarían para siempre la imagen que muchas personas tenían del señor Hitchock.

Y es que parece que El Mago del Suspenso era algo más, un magnífico creador. Tenía sus obsesiones, sus manías, sus hormonas y cuando las actrices no accedían a lo que él les proponía, este director acababa con ellas, literalmente.

Tippi sufrió lo que nadie al lado de este gran artista, pero lo más impresionante es que entre sufrimiento y sufrimiento, desarrolló algo muy patológico que no es diferente a lo que muchas estrellas, nacionales e internacionales, siguen sufriendo con sus directores, productores y representantes.

Si usted no ve The Girl va a cometer un grave error. Se lo juro.

Y por si todo lo que le acabo de decir no fuera suficiente, este filme es tan, pero tan bueno que ya está nominadísimo a los Golden Globes y a lo largo de este 2013 se la pasará acumulando premios, dinero y puntos de rating.

Yo lo que quisiera saber es, ¿por qué en otras partes del mundo las televisoras hacen cine y aquí no? Todas, mexicanas o no mexicanas, viven de las películas.

¿Por qué nuestros canales de televisión, salvo contadas excepciones, como Conaculta Canal 22, no invierten en la producción o en la coproducción de cine?

¿Por qué nuestras señales de cable y de antena directa al hogar no hacen lo mismo que HBO y se vuelven todavía más ricas estimulando el talento, invirtiendo en películas? ¿Por qué?

Mi segunda recomendación es una obra maestra apasionante, emocionante, llena de intriga, de suspenso y de pasión.

Es una miniserie planteada en tres capítulos que se va a estrenar el próximo lunes a las 22:00 por el canal Space.

¿Cuáles son las notas? Que se trata de un título que arrasó con los niveles de audiencia cuando se estrenó en Estados Unidos, que tiene un reparto multiestelar y que ha triunfado en todas las premiaciones que ha podido.

Se llama Hatfields & McCoys, entre sus protagonistas están superastros del cine como Kevin Costner, Tom Berenger y Bill Paxton, a quien vimos recientemente en Big Love, y la historia es fenomenal.

Se trata de algo que ocurrió en la vida real, a finales del siglo XIX, en cierta región de Estados Unidos, entre dos familias.

Digamos que acababa de terminar la Guerra de Secesión, que lo que alguna vez fue amistad entre dos hombres se fue convirtiendo en un cúmulo de resentimientos entre dos familias y que todo aquello acabó explotando.

Y cuando digo explotando, es explotando. El conflicto entre la familia Hatfield y la McCoy estuvo a nada de convertirse en otra guerra civil.

A lo mejor usted no está muy enterado de esto, pero la rivalidad entre los Hatfield y los McCoy tuvo un peso tan grande en la cultura estadunidense que ha aparecido directa o indirectamente en una infinidad de películas, de series y hasta en caricaturas.

Lo que pasa es que nunca se había abordado desde una perspectiva histórica, con el rigor de auténticos especialistas, y el resultado es mucho más sorprendente que cualquier leyenda.

¿Me creería si le dijera que cuando esto se estrenó se le comparó con El padrino? De ese tamaño de miniserie estamos hablando.

Ni le cuento de la producción; del dineral que hay detrás de esta creación; de todo lo que sus actores proyectan en cada una de sus escenas y de la manera como usted se va a involucrar cuando la vea.

Y es que a pesar del tiempo y la distancia, todos somos como los Hatfield y los McCoy, todos vivimos nuestra propia guerra. A ver si no acabamos igual.

Luche con todas sus fuerzas por ver el próximo lunes Hatfields & McCoys. Le va a encantar.