“Deja 4 mil una buena noche”

Lalo es uno de los “tarjeteros” más antiguos en la Zona Rosa. “Aquí tenemos todo para que siga la fiesta”, indica a sus potenciales clientes. Dice que en un buena noche obtiene hasta cuatro mil pesos de comisiones.

Se ubica frente a la plaza La Rosa, en la calle Londres; ahí lleva 25 años buscando clientes para llevarlos a bares, table dance y discotecas.

Electricista de oficio en el día, las noches de los fines de semana se dedica a ofrecer a los visitantes lugares para bailar y escuchar diversos géneros, ver a mujeres desnudarse al ritmo de la música o entregarles “lo necesario” para seguir la diversión.

—¿Qué buscas? Allí está la disco, el lugar para bailar salsa, banda…

—Nada, ya son las 5 de la mañana, ya me cansé, fue la respuesta.

—¿Cómo? No, aquí tenemos todo para recargarte las pilas, para elevarte, para que siga la fiesta. Tú pide.

Los llamados “tarjeteros” son relacionados con una red de distribución de droga en la Zona Rosa, y Lalo da muestra de ser uno de ellos.

En ese punto turístico son unos 300 los hombres y mujeres que se dedican a esta actividad.

En la charla se sincera y dice que gracias a las ganancias que deja ese trabajo —considerado una falta administrativa— varias personas se dedican a entregar tarjetas con publicidad de antros. Las comisiones son por cada hombre o mujer que ingresa a los antros, y por el consumo.

“Nos dan 200 por botella, 100 por cada cartón de chelas, 60 por copa, 60 por persona y en el Royale (table dance ubicado en Génova) nos dan mil pesos por cada botella de champagne que vale cinco mil ”, cuenta.

“Yo en una buena noche me llevo unos cuatro mil. Hoy que es una noche fría y bajó el número de clientes, llevo mil 400. Ganamos más que un profesionista”, dice.

Cuenta que un sábado de diciembre se ganó 14 mil, y en semanas pasadas obtuvo ocho mil.

Sin embargo, reconoce que su sueldo como electricista es el que más le rinde, porque lo cuida: “Llega de forma más difícil, y este es dinero que viene fácil, y así de fácil se va”.

Debido a que ser “tarjeteros” es una de las mejores formas para que los antros reciban clientela, son los dueños de los bares y discotecas quienes pagan las multas de sus mejores “tarjeteros” cada vez que son arrestados.

Son más de 600 pesos o 13 a 24 horas de encierro, pero a Lalo, sus “patrones” le costean la multa, porque su “labia” convence a varios que buscan una noche de diversión.

“Les servimos más afuera que adentro, y por eso es que ellos pagan, bueno eso es en mi caso”, indica.

El artículo 24 de la Ley de Cultura Cívica indica que son infracciones contra la tranquilidad de las personas: Prestar algún servicio sin que le sea solicitado. Y bajo ese argumento es que las personas que hacen lo mismo que Lalo en las calles de la Zona Rosa, son detenidos.

Por día, la Secretaría de Seguridad Pública arresta a por lo menos dos, y algunos de ellos, son detenidos por posesión de droga.