* Se trata de una parcela de aproximadamente 10 hectáreas que ahora cuesta aproximadamente 40 millones de pesos, pero que es de uso común, es decir, le pertenece a todos los ejidatarios. En su momento se destinó para pista de aterrizaje, pero el padre de la regidora, José Lepe se apropió del predio luego de solicitarla en préstamo para siembra
Por Paty Aguilar
Derivado de la serie de denuncias que un grupo de ejidatarios de San Juan de Abajo están presentando ante el Tribunal Unitario Agrario 19 de Tepic, Nayarit, con la finalidad de anular las compraventas de predios de este Ejido, luego de que en sentencia agraria dichas tierras se declararon de uso común, juicio que interpuso Julio Larios, actual presidente de este Ejido con el fin de repartir el dinero del FIFONAFE para todos y no solo para los afectados de la expropiación de sus parcelas, tocó el turno a la parcela de la señora, Josefina Alba Jiménez, viuda de José Lepe, ejidatario poderoso ya fallecido, padres de la regidora, Socorro Lepe Alba a quien también se está demandando ya que en dicho lugar empezó a construir locales comerciales, es por ello, que los denunciantes buscan la nulidad de cesión de derechos de esta parcela que habría otorgado a su hija, la señora Josefina.
Pero esta parcela de 10 hectáreas con precio actual de aproximadamente 40 millones de pesos es de uso común y que ahora le pertenece a todos los ejidatarios, tiene una historia, un pasaje histórico de cómo fue que José Lepe, padre de la regidora se hizo de este predio a quien durante el primer trienio de Héctor Paniagua Salazar, este erigió un monumento en su honor en la entrada del poblado de San Juan de Abajo, reconociéndolo como un gran luchador social.
Aproximadamente hace 40 años, según nos contó don Feliciano García Meléndez, expresidente ejidal, el Ejido acordó en una Asamblea que era necesario donar un predio para que este se destinara a la habilitación de una pista de aterrizaje, dado la lejanía del poblado con lo cual, los pobladores podrían salir de emergencia en una avioneta con el fin de atender enfermos de gravedad, entre otros beneficios que este medio de comunicación acarrearía.
Para ello, algunos ejidatarios, como Jesús Camacho y Guadalupe Aréchiga, entre otros, cedieron parte de sus predios para completar aproximadamente las 10 hectáreas en mención. Pero también se acordó en dicha Asamblea histórica que para limpiar la zona, a cada ejidatario se le dio la tarea de encargarse de 12 palancas, es decir, cada palanca equivalía a dos metros cuadrados, para que sacaran troncos y maleza hasta dejar el área lisa y lista para la pista.
Sin embargo, cuando ya todo estaba listo, se les informó que dicho predio no llenaba los requisitos al parecer por su extensión y las corrientes de aire. Entonces, José Lepe, entonces un ejidatario con mucho poder político, económico y social en la comunidad de San Juan de Abajo, aprovechándose de la situación, pidió a la Asamblea que dicha tierra le fuera prestada para sembrar, acto que se hizo de buena fe por parte de los ejidatarios.
Pasaron los años y aunque en su momento los ejidatarios donantes intentaron recuperar sus tierras, nunca lo pudieron hacer ante el poderío de José Lepe quien finalmente se quedó con estas tierras. Luego de que falleció, los derechos agrarios pasaron a su viuda, señora Josefina Alba, quien a su vez, parte de esta parcela la cedió a su hija Socorro, mejor conocida como Ana Lepe, profesora de profesión y ahora regidora del VII Ayuntamiento de Bahía de Banderas.
Feliciano García Meléndez
y María del Socorro Lepe Alba