Avances. El estudio es más confiable para predecir el sexo del bebé, que los actuales.
Un nuevo examen de sangre, diseñado en Corea del Sur y dado a conocer en Estados Unidos, permitirá a los padres conocer el sexo de sus bebés desde el primer trimestre de embarazo, informó la Federación de Sociedades Americanas de Biología Experimental (FASEB por sus siglas en inglés).
La organización dice que éste es el primer estudio en su tipo y que ha alcanzado el mínimo nivel de molestia para la futura madre.
Aunque en septiembre pasado se informó de un nuevo examen de sangre, diseñado en la Unión Europea, que puede informar sobre el sexo de un bebé en la séptima semana de gestación, éste nuevo examen presenta ventajas adicionales porque no requiere de sangre del cordón umbilical –como es el caso del examen europeo— y sólo requiere una muestra de sangre extraída del brazo para buscar dos enzimas indicativas del sexo del bebé.
El examen diseñado en Corea del Sur se enfoca en encontrar dos enzimas en la sangre de la madre, cuyos nombres son: DYS14 y GAPDH. Estas enzimas informan sobre el embarazo y la formación del nuevo bebé. Dependiendo de la proporción de cada una de estas moléculas se identifica si el bebé será niño o niña.
El sexo del embrión queda determinado en el momento de la fecundación si el espermatozoide contiene un cromosoma X o un cromosoma Y. Sin embargo, transcurren varias semanas durante la embriogénesis humana sin que existan diferencias evidentes -aún al microscopio electrónico- entre un feto de sexo femenino y uno de sexo masculino.
A partir de la cuarta semana, las futuras gónadas inician una serie de eventos caracterizados por expresión de proteínas, que determinan cambios citológicos, histológicos y funcionales característicos de los testículos.
PRUEBAS. Hasta hace un año, los métodos más tempranos para conocer el sexo del bebé se realizaban después de la semana 11 de gestación, pero son métodos invasivos porque requieren de tomar un pedazo pequeño de la bolsa fetal, como la amniocentesis.
Otros métodos para conocer el sexo del bebé sólo pueden hacerse a partir del cuarto mes de gestación, con ecografías, cuando ya se han formado los genitales del nuevo ser humano.
“Generalmente, la determinación temprana del sexo del feto ha sido averiguada por procedimientos invasivos, como la llamada amniocentesis o chorionic villus sampling. Sin embargo, estos procedimientos provocan un 2% el riesgo de aborto y no pueden ser realizados antes de la semana 11 de embarazo. Por otra parte, los métodos para determinar el sexo del bebé de manera temprana por medio de la ultrasonografía o ultrasónico tampoco pueden ser aplicados en el primer trimestre debido a que el desarrollo de los genitales externos no ha sido completado”, explicó el doctor Hyun Mee Ryu.
El doctor Ryu es investigador del Departamento de Ginecología y Obstetricia en el Hospital General y Centro de Salud Femenina Cheil, que es parte de la Universidad Kwan Dong, en Seul, Corea del Sur.
“Nuestra nueva prueba puede reducir al mínimo la necesidad de procedimientos invasivos en mujeres embarazadas que no siempre son precisos, pues algunas veces hay que hacer una toma de muestras de la placenta y no se define el sexo debido a alguna anormalidad de las madres ligadas a sus cromosomas X. Del mismo modo, este estudio supera a las lecturas con ultrasonido, que también suelen fallar cuando no se ha terminado de formar el feto”, añadió.
Para llegar a este descubrimiento, Ryu y sus colegas colectaron plasma materno de 203 mujeres durante su primer trimestre de embarazo. En esas muestras pudieron observar la presencia de las dos enzimas indicativas de la definición del sexo del bebé. Después de numerosas combinaciones matemáticas encontraron un margen en el que se veía la cantidad de cada una de estas enzimas que estaba relacionada con el sexo del futuro bebé y luego confirmaron su suposición en el momento de nacimiento del menor.