El experto en gastroenterología Fernando Pérez Barba dijo que aunque su mayor prevalencia es entre los 30 y los 40 años, la enfermedad de Crohn, caracterizada por inflamación intestinal, puede ocurrir a cualquier edad, inclusive desde la infancia.
El médico adscrito al Hospital General Regional 45 del IMSS en Jalisco indicó que se trata de una patología que no tiene un origen específico, por lo que se le considera multifactorial.
«Aunque se ha observado que la herencia juega un rol importante en su desarrollo, al igual que aspectos que tienen que ver con la autoinmunidad, es decir, cuando el organismo se auto agrede», señaló.
Indicó que en algunas personas la enfermedad de Crohn debuta con fístulas rectales, mientras que en otros la manifestación de inicio es la perforación intestinal, situación muy grave que amerita una colectomía (extirpación de un segmento de intestino) de emergencia.
Expresó que esta afección incrementa entre 10 por ciento y 15 por ciento la posibilidad de desarrollar cáncer, ya sea en colon (intestino grueso) o de vías biliares.
Destacó que diarrea frecuente, junto con dolor abdominal tipo cólico (retortijones), pérdida de peso y apetito, son algunos datos clínicos que pueden orientar sobre la presencia de esta enfermedad.
Explicó que algunos pacientes con esta enfermedad llegan a referir sensación de plenitud en la parte baja del abdomen, «sobre todo hacia el lado derecho y una particularidad de esta afección, es su alta recurrencia, esto significa que el paciente tiene intervalos de bienestar y malestar a lo largo de toda su vida».
Resaltó que cuando la enfermedad de Crohn causa una reactivación de los síntomas gastrointestinales, el paciente puede experimentar inflamación de articulaciones (artritis), inflamación del blanco de los ojos (episcleritis), llagas en la boca (estomatitis aftosa) .
Así como nódulos cutáneos dolorosos en los brazos y las piernas (eritema nudoso) y úlceras en la piel de color pardusco que contienen pus (pioderma gangrenoso) .
Afirmó que la enfermedad de Crohn se asocia con ciertos trastornos que afectan a otras partes del cuerpo, como cálculos biliares, una inadecuada absorción de nutrientes y depósitos amiloides (amiloidosis).
Mencionó que algunas herramientas que pueden apoyar el diagnóstico son estudios radioimagenológicos muy específicos en los que se utiliza medio de contraste para evidenciar el aspecto característico de la enfermedad en el colon.
Señaló que en casos poco claros, la colonoscopía (examen del intestino grueso con un tubo flexible de visualización) y una biopsia (análisis de tejido tomado de la zona afectada), pueden ayudar en la confirmación del diagnóstico.
Recomendó que ante cualquiera de los síntomas, acudir de inmediato al médico para establecer el diagnóstico e iniciar el tratamiento, «no es una patología que acorte la vida de las personas, pero sí acarrea molestias y complicaciones que ameritan apoyo especializado».