Según la información más reciente del año fiscal anterior, las autoridades de migración rechazaron solicitudes de residencia a 82 personas que tenían tatuajes que despertaron sospechas, destacó el portal de noticias.
Aclaró que sin embargo algunas interpretaciones de tatuajes por parte de funcionarios del Servicio de Inmigración y Ciudadanía fueron imprecisas, como la de un mexicano que lleva grabadas dos máscaras, una sonriente y otra con lágrimas, que simboliza al teatro, pero se le relacionó con grupos delictivos mexicanos.
«Las leyes migratorias permiten negar la admisión a quienes sean sospechosos de pertenecen a grupos delictivos o tengan vínculos con organizaciones criminales», y como esas organizaciones se identifican con tatuajes, quienes tengan grabados en la piel se convierten en sospechosos, informó el portal.