Pensar que Celso Piña se dedicó alguna vez a limar rebaba; que Joaquín Cosío, quien ha filmado al lado de Jonhhy Depp, haya actuado gratis durante 25 años; que Natalia Esperón soñara con las pasarelas y que Ana Claudia Talancón haya sido una nini es difícil de creer, pero es cierto.
Si los dueños de la tortillería donde alguna vez trabajó Celso Piña hubieran sabido de su magia para tocar el acordeón, quizá no lo hubieran corrido por quemar unas piedras de molino de nixtamal. “Yo no sabía que tenía que echarle maíz y de repente empezó la humareda”, recuerda el músico, quien antes de llegar a la tortillería tenía otro empleo: limaba la rebaba de imágenes religiosas, las pintaba y empacaba para enviarlas a varias partes de la República.
Tras arruinar las piedras de molino, Celso probó suerte trabajando como mozo en el Hospital Infantil de Monterrey. “Me corrieron del hospital por faltista, me iba a las tocadas y en una ganaba 30 y tantos pesos, mientras que en el hospital de 15 a 18 pesos en 15 días; empecé a agarrarle más cariñito a la música y a ponerle un poco más de seriedad”, contó.
Joaquín Cosío (Pastorela y El Infierno) estudió Ciencias de la comunicación, fue maestro, trabajó en un periódico como diseñador gráfico y actuó en obras de teatro durante 25 años sin ganar un solo peso.
“Soy alguien que no estudió para actor, siempre lo he hecho de manera natural, jamás me pregunté si debía prepararme para eso”, dijo el actor que dio vida al “Cochiloco” en la película El Infierno y quien en sus inicios tenía una mezcla de miedo y timidez. Eso lo orillaba a tratar de pasar inadvertido ante actrices como Tiaré Scanda, a quien admiraba.
Sueños de nini
Los sueños de Natalia Esperón no apuntaban a la televisión sino a los reflectores de las pasarelas y como diseñadora, ya que su estatura sólo le permitió modelar en revistas y comerciales. “Ganaba dinero y tenía novio”, recuerda. Ella cursaba la preparatoria y luego de concursar para La modelo del año, la llamaron del CEA. “Estaba dentro de Televisa, veías a los actores y era tan magico e irreal.
“En segundo nivel me sacaron a trabajar, yo no asimilé el éxito Agujetas de color de rosa en ese instante”, cuenta la actriz quien asegura han desaparecido aquellos sueños de pertenecer al mundo de la moda.
“Antes de ser actriz no hacía nada -confesó Ana Claudia Talancón-, comencé muy pequeña y a veces ayudaba en el restaurante de mi familia, a veces como mesera o lavando los platos”, cuenta la actriz, quien tuvo el talento innato para dicha profesión, pues nunca estudió esa carrera ni alguna alterna. (Con información de César Huerta)