CIUDAD DE MÉXICO, 24 de diciembre.- Una deuda de sueño, impagable, que provocará aumento de peso y accidentes, tanto automovilísticos como en el trabajo y en el hogar por el bajo estado de alerta, será la factura que tendrán que pagar los capitalinos tras los festejos de las posadas y fiestas decembrinas.
Guadalupe Terán, de la Clínica del Sueño de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa (UAM-I), explica en entrevista con Excélsior que la programación del cuerpo para dormir y despertar se altera notoriamente en estas fechas.
“Por las fiestas, hay más actividades sociales, y lo primero que se sacrifica es dormir, pero además, si se tiene la suerte de tener vacaciones, después de una desvelada al otro día nos despertamos más tarde, y eso hace que se desestructure el ciclo de sueño”, indica la especialista.
El signo más visible es la somnolencia durante el día, la cual se ataca con activadores como cigarro, comida y bebidas altas en azúcares, o hasta pastillas, que tarde o temprano tienen un rebote en el organismo y puede ocasionar problemas peores.
“Se ha visto que cuando no dormimos bien, tendemos a compensar comiendo, sobre todo carbohidratos.
“Por un lado consumimos bebidas azucaradas porque nos dan energía, pero en realidad nos da más hambre y lo que hay a la mano son cosas poco saludables”, añade Terán.
Elvira Alexanderson, miembro de la Asociación Latinoamericana de Diabetes, dice que el uso de estos activadores en la época navideña, es aún más peligroso para quienes padecen diabetes, ante las alteraciones en el metabolismo por un posible exceso en la ingesta de alimentos o bebidas.
“Los médicos nos damos cuenta que la consulta de pacientes con diabetes aumenta en enero, porque llegan con niveles descontrolados de su glucosa en la sangre, lo que significa que los excesos se hicieron presentes e interrumpieron probablemente la dieta, la actividad física y en algunos casos el tratamiento con medicamentos”, sostiene.
Guadalupe Terán comentó que aquellos que se desvelan, por varias noches consecutivas a causa de las fiestas o los cierres de año en las empresas, durante el día presentan una baja en el estado de alerta lo que provoca accidentes tanto en el trabajo, cuando manejan su vehículo o hasta en la oficina, tanto en quienes están detrás de un escritorio, como en quienes operan maquinaria y quienes están expuestos a un mayor riesgo.
Aparece el ronquido
Peor aún, dijo, hay quienes por el cambio de hábitos de sueño comienzan a presentar trastornos como el ronquido, que no es normal en ninguno de sus niveles y debe ser atendido.
“Lo ideal es no roncar en ninguna posición, no es normal hacerlo a diario, hay factores como grasa en el esófago, problemas nasales, anginas muy grandes, paladar estrecho, lengua grande y muchos factores que lo provocan y deben atenderse”, advierte la experta.
Indicó que si el ronquido empieza en la época navideña con el desorden en las horas de sueño, pero se prolonga por cuatro semanas o más, la persona requiere atención de especialistas en sueño, como la clínica de la UAM-I, por lo que pidió no ver este síntoma como algo normal, tal como ocurre en la mayoría de los casos en nuestra cultura.
Dormir no sólo sirve para recargar energía, sino que también es indispensable para que el cuerpo regule la síntesis de muchas proteínas necesarias para el funcionamiento diario, además de ayudar a estabilizar el gasto metabólico, por lo que una deuda de sueño puede afectar de manera considerable al organismo.
La opción, según la especialista, para quienes generan una deuda de horas de descanso en estas fiestas decembrinas es tratar de dormir una siesta al día de media hora para que el organismo se estabilice, aunque el sueño perdido nunca volverá.
“El sueño perdido nunca se recupera al cien por ciento, aunque se trate de dormir las horas perdidas y descansar. Al dormir es importante que la habitación donde se haga este aislada de ruidos, dentro de lo posible, cerrar puertas y ventanas, tener cortinas gruesas, entre otras medidas”, advierte.
Los niños también son víctimas del desorden en el sueño en esta temporada, y la forma en que su cuerpo lo manifiesta es con actitudes irritables, con hiperactividad o con dificultad para concentrarse, por lo que también en ellos debe procurarse el equilibrio entre estar despiertos y descansar.
Para aquellos que no van de fiesta, pero viven en sitios cercanos a donde sí se realizan, y el ruido, luces o actividad impiden que duerman bien, la opción es utilizar tapones en los oídos y antifaces, así como ingerir tés o realizar ejercicios de relajación, para que puedan dormir y el organismo no se altere.
Efectos
1.- El signo más visible de las trasnochadas es la somnolencia durante el día, la cual se ataca con activadores como cigarro, comida y bebidas altas en azúcares.
2.- Aumento de peso y accidentes, tanto automovilísticos como en el trabajo y en el hogar será la factura que tendrán que pagar los capitalinos tras los festejos decembrinos.
3.- Por el cambio de hábitos de sueño comienzan a presentarse trastornos como el ronquido, que no es normal en ninguno de sus niveles, advierten especialistas.
4.- Los niños también son víctimas del desorden en el sueño en esta época, y la forma en que su cuerpo lo manifiesta es con actitudes irritables o con dificultad para concentrarse.