Habrá Cena de Azules

Por: Manuel Narváez Narváez

mnarvaez2008@hotmail.com

Twitter: @manuelnarvaez65

¿Que será del PAN si Josefina no gana la presidencia?. La guerra intestina por lo que quede después del primero de julio, puede ser muy sangrienta.

La misma candidata ha sostenido en esta recta final del proceso electoral sucesorio, que todavía puede alcanzar a Peña Nieto y darle la vuelta a la tortilla. Con estas palabras solo confirma que la victoria es posible pero no segura.

Otra cuestión que está en veremos es el lugar que ocupa actualmente en las mediciones y lo que realmente obtendrá en las urnas. Encuestas van y vienen, unas reubican a Josefina en segundo lugar, muy por debajo del priísta; otras, por debajo de López Obrador, y los volantes que los panistas reparten en viviendas señalan que ella y el izquierdista están empatados en 33 puntos porcentuales, seguidos de EPN con 31.5%.

No hay al cual creerle.

Como cada quien saca sus propias cuentas y conclusiones, yo me quedo con lo dicho por la candidata panista, porque reconoce que no va ganando, sin embargo, tira la casa por la ventana para ver si el “milagrito” sucede. Me queda clara la honestidad de la aspirante presidencial, por eso le doy crédito a sus palabras.

Con un pronóstico muy probable en el que el ex gobernador mexiquense se alce con la victoria, el punto central de mi análisis es explorar posibles escenarios dentro del PAN, una vez que se conozcan y confirmen los resultados.

En el todavía hipotético caso de que quede en segunda o tercera posición la candidata Vázquez Mota, Acción Nacional dejará los Pinos, pero podrá conservar entre 120 y 140 diputados federales, y entre 28 y 35 senadores; esto, considerando una votación aproximada al 30% del total de los sufragios emitidos.

Estos legisladores en el congreso de la unión y las prerrogativas por la votación alcanzada, le redituarán anualmente al partido poco más de 800 millones de pesos anuales, cifra nada despreciable para el que administre estos recursos, además de ser el que legitime las acciones del nuevo gobierno y actúe como interlocutor con diputados y senadores azules.

Madero va a ser el personaje que figure postelectoralmente y al que el nuevo gobierno procure para saldar los pendientes del proceso y la jornada electoral, pero también con el que negocie las posiciones enel congreso, el presupuesto del 2013 y el tono de la transición. Al PRI le conviene este escenario, sin sobresaltos.

El problema es que desde el mismo 2 de julio comienza la presión para el chihuahuense y el grupo que lo acompaña en el CEN. Los leales a Calderón, que no son suficientes para tumbar a Gustavo, van con todo para exigir la salida del dirigente actual. También están los legisladores de la siguiente legislatura que harán todo lo que esté a su alcance para hacerse de las riendas del partido; y, por último, las bases que reclamarán una limpia total, es decir, la dimisión de las dirigencias, nacional, regionales y de los consejos, pero que no cuentan con una cabeza visible, por ahora, que enarbole el descontento que viene.

Madero Muñoz y las dirigencias estatales habrán de aferrarse al mando, invocando los estatutos. Si la presión crece y los hace insostenibles, deberán apelar a la ética política y a los cojones para convocar a la reestructura profunda, necesaria y urgente, que reconcilie los intereses del PAN con los de la ciudadanía. De ignorar lo que se viene, es renunciar a los sueños de un regreso a mediano plazo.

P.D. Muchas veces he escuchado que el PAN tiene que regresar a sus orígenes, esto, como consecuencia de los constantes pleitos internos.

Bueno, la oportunidad está a la vuelta de la esquina, y claro que hay personas honorables que cuentan con la trayectoria y el perfil para abrazar una nueva época del partido. Saludo a Carlos Medina Plascencia y a Ernesto Ruffo Appel.