CIUDAD DE MÉXICO, 8 de agosto.- En dos pueblos de la región del Amazonas un equipo de científicos encontró que un número significativo de personas crearon resistencia inmunológica a la rabia transmitida por murciélagos.
La investigación encontró que diez por ciento de las personas examinadas en los poblados de Trueno Cocha y Santa María sobrevivieron a la infección provocada por la hidrofobia, mejor conocida como rabia, cuyo índice de mortalidad es el más alto de enfermedades infecciosas convencionales, dio a conocer en una publicación The American Journal of Tropical Medicine and Hygiene.
Aseguran que dicha enfermedad podría no resultar fatal para todas las personas que la adquieren y no reciben un tratamiento de anticuerpos.
Se observó que en siete de las 63 muestras analizadas había anticuerpos capaces de unirse y neutralizar el virus de la rabia.
Los expertos suponen que los pobladores inmunes se encontraron expuestos al virus en múltiples ocasiones a muy bajas dosis, lo que les permitió desarrollar estos anticuerpos naturales.
De acuerdo con el coordinador de Vigilancia Epidemiológica y Enfermedades Transmisibles de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, Julio César Hernández, la rabia “es regularmente transmitida por la mordedura de animales silvestres o domésticos”.
“La sintomatología en el ser humano se presenta en un periodo de diez a 30 días y se caracteriza por hipersensibilidad a la luz, los ruidos excesivos, el malestar general y el dolor de cabeza, al deglutir, así como en el acto de respirar”, informó en entrevista con Grupo Imagen Multimedia el doctor Hernández.
El doctor agregó que una vez que el ser humano adquiere la infección es mortal, pero es posible prevenirla si se aplica la vacuna contra la rabia en los primeros días del ataque de un animal infectado: “la vacuna antirrábica humana apoya al organismo para crear anticuerpos que impiden se presente la infección”.
La investigación, que estuvo a cargo de especialistas del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades en Atlanta, recolectó 63 muestras de sangre de los habitantes de dichas poblaciones que más tarde fueron enviadas al centro y analizadas en laboratorios.
Ubicadas al norte de la Amazonia peruana, las comunidades analizadas han reportado durante décadas brotes de estas infecciones fatales en su población, debido a la mordedura del murciélago, donde habitan estos especímenes y se alimentan de la sangre de mamíferos y humanos.
Advierten que se deben tomar con cautela los resultados, pues obedecen a infecciones causadas por la mordedura de murciélagos que es más débil que la rabia canina.
Un reporte de 2011 de la Organización Mundial de la Salud informó que cada año 55 mil personas mueren en todo el mundo a causa de esta enfermedad.