Las autoridades de salud de Estados Unidos instaron ayer a los fabricantes de jabones que contienen químicos antibacterianos que demuestren que sus productos son realmente eficaces e inocuos para la salud.
La decisión se debe a la preocupación de que el uso generalizado de estos productos favorezca un aumento de las superbacterias.
Normalmente, los jabones antibacterianos contienen los químicos triclosán y triclocarbano, «que pueden conllevar riesgos innecesarios, dado que sus beneficios no han sido probados», dijo la FDA en un comunicado.
Algunos estudios han indicado que estos jabones pueden afectar la función tiroidea, de estrógeno y de testosterona en animales de laboratorio, y aumentar la resistencia a los antibióticos comunes.