*Después de ser declarado culpable, un pederasta internacional acusó de extorsión al abogado que defendía a las víctimas y logró llevarlo a prisión en Puerto Vallarta. En entrevista para Reporte Indigo el defensor detalla el lado oscuro de este sonado caso.
Desde hace más de ocho meses Mauricio Rodríguez Borrego respira el mismo olor que el pasado miércoles 30 de octubre percibí al caminar por el pasillo que lleva a los locutorios del Centro Integral de Justicia Regional (Ceinjure) de Puerto Vallarta.
Es como recuerdo que huele el cansancio: a sudor rancio de muchos presos, de varios días, guardado en las esquinas.
Este mismo olor se impregna con el paso de tantos cuerpos en los muros que tienen encerrado a Mauricio desde que su defensa a las víctimas del pederasta Thomas White, le costó su libertad.
Son las mismas paredes que tuvieron en cautiverio por varios años al propio White, quien murió en un hospital privado de Puerto Vallarta el pasado 10 de septiembre.
Aquella tarde nublada, vaporosa, Mauricio narró las amenazas, su enfermedad (dengue) en el reclusorio, las injusticias e irregularidades de su proceso.
La estancia en el penal de Vallarta “ha sido durísima, terrible, hasta devastadora y desgarradora, pero al mismo tiempo extraordinariamente aleccionadora”, comenta el abogado.
Mauricio Rodríguez Borrego, representante de las víctimas del pederasta Thomas White, ingresó al penal de Puerto Vallarta en febrero de 2012 acusado de extorsionar a White con el cobro de la indemnización de sus víctimas.
El abogado ingresó en el 2013 al mismo centro penitenciario que el pederasta entró en 2005.
Un caso de escándalo
El nombre de Thomas Frank White es muy conocido en Jalisco.
En el año 2000 este millonario estadounidense que vivía en Puerto Vallarta fue acusado de participar en una red de pederastia y abuso de menores por la organización Frente Pro Derechos Humanos y más de 20 víctimas.
En 2001 autoridades jaliscienses emitieron dos órdenes de aprehensión en su contra, pero escapó a Tailandia al enterarse que lo perseguían.
En 2003 fue capturado en la ciudad de Bangkok por la Interpol y extraditado a Puerto Vallarta, Jalisco, en donde se originaban sus acusaciones.
White fue sentenciado a siete años de cárcel en 2007 por corrupción de menores y delitos contra la salud.
Ahí es donde aparece el nombre Mauricio Rodríguez Borrego quien promovió el juicio contra de White y puso el caso en la mira de autoridades de ambos países.
Además fue clave para la extradición que White, que buscó librar renunciando a su nacionalidad estadounidense para asumir la camboyana.
Es por eso que White planeó vengarse del abogado que promovió su juicio basado en la violación y perversión de menores de edad.
Su venganza tomó alrededor de siete años.
Mientras se consumaba, el abogado, que hoy se encuentra en la cárcel, logró ganar un juicio en Estados Unidos en el que la corte del Noveno Circuito del Norte de California decretó el pago de poco más de 7 millones de dólares a las víctimas y su defensa.
La entrega de este dinero por White, y por ahora depositado en un fideicomiso, es una de las pruebas presentadas en la denuncia de White.
La resolución de la Juez Segundo de lo Penal de Vallarta, Gabriela Alejandra Enríquez Serrano, afirmó que ese dinero derivado de la decisión de la corte estadounidense, fue el pago de la presunta extorsión del abogado Rodríguez Borrego en contra de White.
En palabras de la defensa de Mauricio Rodríguez Borrego, la decisión de la juez de Vallarta contraviene la del juez estadounidense, que falló a favor de que el abogado recibiera la indemnización para las víctimas y sus propios honorarios.
Su defensa, el abogado Luis Campos, explica, al igual que Mauricio, que es imposible que el dinero entregado por orden de un juez estadounidense pueda ser el mismo con que se concretó una extorsión.
“No hay en ninguna parte de nuestro Código Penal para el Estado de Jalisco, ni el de procedimientos penales, que señalen que un juez en nuestro país, en Jalisco, tiene la facultad de controvertir o cuestionar la decisión emitida por un juez en otro país”, indicó Luis Campos.
El abogado, encarcelado
La versión completa de Mauricio Rodríguez fue enviada por escrito días antes de la visita, mediante sus abogados.
Aquel día comentó los detalles de su encierro: “comparto celda con un violador”, dijo.
Habló de las visitas de la defensa de White para pedirle que firmara un documento que lo obligaría a regresar el dinero que la corte estadounidense determinó que sería entregado a las víctimas, así como al pago de sus honorarios:
“Pretendieron forzarme a firmar un documento señalando ante el Noveno Circuito de la Corte Federal de Estados Unidos de Norteamérica, que todo fue falso, que fui un títere y que si yo firmaba eso les devolverían sus 4.2 millones de dólares del fideicomiso de las víctimas.
“El señor Stewart Frank Haverlack (socio y defensor de White) hizo eso frente a un comandante de la institución que habla bastante buen inglés, el sí me extorsionó y me amenazó a grados increíbles.
“Directamente me dijo que me habían metido a la cárcel y que estaba coludido con la Juez Segundo de lo Penal y que tenía al Consejo de Jalisco en su bolsa, que si no firmaba me iba a pudrir en la cárcel y me podían pasar cosas muy graves. Podría decir que las más bajas y cobardes extorsiones las he recibido estando en la cárcel.
“Desde luego ya lo denuncié ante la Fiscalía de Puerto Vallarta, y ya está ratificada la denuncia”, indicó a pregunta expresa en su versión escrita sobre la presunta corrupción en su proceso.
Rodríguez Borrego podría salir en los próximos días pues le fue favorable la sentencia del juicio de Amparo 562/2013 promovido en marzo en contra de la orden de aprehensión.