Las bandas de robacoches y de asalto a transportistas con integrantes cada vez más jóvenes y violentos han llevado a México a ocupar el cuarto lugar en robo de vehículos, en donde las mafias pagan por ellos cada vez más y con droga.
De entre 15 y 20 años, armados y sin ningún detenimiento a golpear o herir a los conductores, es el perfil de los jóvenes que integran las bandas, mismas que cada vez son más organizadas. Según datos de la Asociación Mexicana de Seguridad Privada, Información, Rastreo e Inteligencia Aplicada (Amsiria), operan principalmente en el Estado de México, Puebla y Distrito Federal.
Cifras de la Procuraduría de Justicia del DF señalan que en 2011 se registraron 352 asaltos a transportistas y 19 mil 167 robos de vehículos. En el primer semestre de este año la tendencia es similar en el número de estos delitos, con 169 asaltos y nueve mil 399 robos de autos.
Alberto Rivera Armendariz, presidente de Amsiria, aseveró que dos de los problemas detectados son que en uno de cada 11 casos policías capitalinos muestran poca disposición para ir tras los delincuentes.
“El problema en la capital es aunque debemos esperar que llegue la policía. Hemos tenido que esperar hasta 24 horas para que lleguen, para que el juez otorgue una orden para ingresar a un lugar a recuperar “, indica.
Alfredo Nateras, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana y especialista en culturas juveniles, mencionó que uno de los acercamientos de los jóvenes a actos delictivos es a través de las pandillas, pues basta con la contratación de un solo integrante por parte de un grupo del crimen organizado en sus distintas vertientes, que incluye desde el robo de vehículos, asaltos a transportistas, hasta cuestiones relacionadas con el narcotráfico.
“Hay pandillas o agrupamientos de jóvenes que tienen adiestramiento para manejar armas, también hay que recordar que algunos ex policías o ex militares o ex marinos jóvenes han conformado también estas pandillas, gente que sabe de seguridad, que sabe de telecomunicaciones, de cuestiones de emboscadas y cómo proteger”, mencionó.
Alberto Rivera Armendariz comentó que, casi siempre en atracos a transportistas, llegan primero los empleados de las empresas y aunque se da aviso a la policía, en uno de cada 10 casos se tardan en llegar. Las autoridades, narra, les dicen que no hay personal o que tuvieron algún problema para arribar al lugar de los hechos.