Los avances van del laboratorio a las piscinas

La tecnología en Londres 2012 no sólo estará presente en las salas de prensa y cabinas de TV, sino también en la ropa de los competidores

Además de que Londres será la sede olímpica más conectada de la historia, en esta justa deportiva la alta tecnología se hace también presente en la manera de competir de los atletas. Trajes que asemejan una segunda piel, equipo aerodinámico y otras aplicaciones harán su aparición en esta edición buscando elevar el rendimiento de los competidores.

Uno de los deportes en los que más se podrá observar el papel de la tecnología durante las competencias será en la natación, pues la fabricante de trajes de baño Speedo desarrolló un nuevo sistema de innovadores trajes y accesorios de nado para Londres 2012 llamado Fastskin 3.

Trabajo

Tras 55 mil horas de estudios con científicos y diseñadores industriales, Aqualab Speedo desarrolló un sistema que consta de un equipo completo para nado: traje, gorra y goggles, que reduce la resistencia al agua logrando que el nadador incremente su velocidad 0.11 por ciento.

De acuerdo con un comunicado de la firma, el diseño de este traje se logró proyectando el cuerpo de los nadadores en avatares de tercera dimensión para ajustar los materiales lo más posible a la forma del cuerpo.

De acuerdo con Speedo, 80 por ciento de la resistencia del nadador en el agua depende de la forma del cuerpo, por lo que su producto lo comprimen en partes que tienen más contacto con el agua. El equipo será portado en Londres 2012 por la delegación británica de nadadores.

Controversia

La tecnología incrementa la velocidad de los atletas en el agua, su uso levantó sospechas ante el Comité Olímpico organizador en 2008, pues en Beijing, 37 récords mundiales fueron rotos por atletas que usaron trajes de baño completos e impermeables que asemejaban a la piel de tiburones, lo que impulsó regulaciones en la incorporación de tecnología para trajes de baño.

En su momento, el traje LZR Racer manufacturado por Speedo fue puesto a investigación por el Comité Olímpico; sin embargo, tras estudios, dicha tecnología fue aprobada por el comité y replicada por otros fabricantes como Arena, Adidas y Mizuno.

El polémico episodio culminó con la prohibición de los trajes completos e impermeables en 2010 por parte de la Federación Internacional de Natación (FINA).