Los hogares se vuelven vulnerables al robo de internet

CIUDAD DE MÉXICO, 1 de febrero.- Sobre las banquetas que flanquean Eje Central, se ofrecen remedios al pago mensual por servicio de internet.

Los llamados diablitos WiFi permiten hackear contraseñas de modems de los vecinos, lo que deja abierta la puerta al internet “gratis” y ajeno.

Para colgarse de la señal de internet del vecino, ya no es necesario dar con aquella cuenta que no se encuentre protegida por una contraseña, basta con caminar a lo largo del Eje Central, en la Ciudad de México, y elegir el diablito WiFi que más se ajuste a las necesidades.

De 50 hasta dos mil pesos, en software, hardware o ambos, para laptop, computadora de escritorio e incluso smartphones, estos programas y dispositivos permiten al usuario acceder a la red de cualquier módem instalado hasta en cien metros a la redonda, detectar las cuentas de internet activas y desencriptar la contraseña para acceder al sistema.

Vale señalar que inclusive hay aplicaciones en el sistema Android que permiten encontrar las redes y vulnerarlas para acceder a internet de manera gratuita.

“Es una inversión. Todo lo que pagas de internet al mes, con esto nomás lo tienes que pagar una vez y ya. Puedes hacer una copia del disco si quieres, alcanza para varias máquinas”, explica uno de tantos vendedores ambulantes.

Dmitry Bestuzhev, director para América Latina del equipo global de Investigación y Análisis de Kaspersky Lab, asegura que esta práctica de “robo de internet” es una tendencia ilegal en ascenso.

Oferta ilegal

Sobre una sola calle, la oferta de software para hackeo doméstico de módems es vasta, y esto se refleja en los datos.

De acuerdo con el Reporte de Seguridad de Cisco Systems al cierre de 2011, 19% de los jóvenes profesionales mexicanos, entre 18 y 25 años, afirmaron “colgarse del internet ajeno”, mientras que otro 19% dijo acceder a redes en centros comerciales. Los que aceptaron dicha práctica mostraron como razón principal su disgusto por los elevados precios de los servicios de internet, que de acuerdo con cifras de la Organizacón para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) son de los más costosos del mundo. Según el organismo, en México, el precio por un megabyte es de 41 dólares.

Para acceder a redes de casa, como Prodigy, de Telmex, se ofrece el CD básico, que contiene un programa llamado Backtrack, cuya función es detectar redes activas y desencriptar sus contraseñas.

Por 50 pesos adicionales, se ofrece Backtrack Universal, con el que se puede acceder a 125 tipos de redes inalámbricas, incluidos sistemas de Cablevisión, Prodigy, Yoo, Dish e incluso celulares.

“No hay falla. En el disco viene los pasos en español”, advierte el vendedor, mientras ofrece sus servicios desde el puesto entre República de El Salvador y Plaza Meave.

Al preguntar por opciones de mayor alcance, asegura que también hay, pero más caras.

Se trata de tarjetas inalámbricas llamadas Alpha o Wireless, que van desde 500 hasta dos mil pesos.