CIUDAD DE MÉXICO, 27 de julio.- Once por ciento de las personas mayores de 45 años declara tener un tatuaje y son cada vez más quienes a esa edad deciden hacerse uno, a ellos se les conoce como tattoomers.
Estas personas son resultado de una fusión entre baby boomers y tatto , se trata de quienes nacieron después de la segunda guerra mundial y hasta mediados de los 60, quienes ahora son más atrevidos que en su juventud.
De acuerdo con datos de DLR Group las personas mayores de 45 están en una etapa de reconciliación consigo mismos y eso los hace sentirse libres :“es momento de saldar sueños inconclusos y aún hay tiempo para hacerlo, por lo que muchos se tatúan por el simple hecho de que ahora pueden y quieren”.
A sus 59 años, Héctor Hernández tiene varios tatuajes recientes: “Te enfrentas a las dos posturas. Unos dicen: ¡no te tatúes, ya estás grande! y otros, que justamente por eso están bien decididos sobre qué tatuarse, no como los chavitos, que cuando crecen se arrepienten”.
Así, según la encuesta nacional hecha por De la Riva, los tattoomers forman parte de una microtendencia con fuerte auge, pues 16 de cada 100 mexicanos conoce a uno; además de quienes ya portan un dibujo, tres por ciento está analizando un nuevo diseño para hacérselo en su próxima visita al estudio.
Pero, ¿por qué tatuarse después de los 45? Para De La Riva la respuesta está en que los Baby Boomers crecieron con valores muy tradicionales; su educación tenía varios prejuicios.
Tener un diseño en la piel iba en contra de la cultura establecida, quienes portaban uno se les consideraba pandilleros, por lo que era motivo de discriminación.
Sin embargo, en los noventas surgieron los primeros estudios de tatuajes aprobados por la Secretaría de Salud, esto sirvió para que la práctica saliera de la marginalidad e ingresara al terreno de la moda.
Para probar el impacto en la moda, basta ver cómo los actores Johny Depp, Angelina Jolie, Ricky Martin o Lady Gaga presumen sus tatuajes tanto en videos y películas como en las portadas de revistas.
Sin embargo, en el cambio también hubo un factor económico, pues se incrementaron los costos por un buen diseño, forzando a los estudios profesionales del tatuaje a buscar clientes con mayor poder adquisitivo, requisitos en los que encajaron perfectamente con los baby boomers.
Ventajas
De acuerdo con De la Riva quienes deciden hacerse un tatuaje después de los 50 tienen menor probabilidad de arrepentirse, ya que están seguros del diseño y tienen el dinero para pagar un buen servicio.
Lo que diferencia de los Tattoomers a los jóvenes, es que no buscan diseños comerciales, sino un significado que inmortalice sentimientos o vivencias.