*La joven paquistaní, Premio Nobel de la Paz, que hoy reiteró su voluntad de ser primera ministra, se emocionó al ver en una exposición en Oslo el traje que vestía cuando los talibanes intentaron …
Oslo La adolescente paquistaní Malala Yousafzai, galardonada con el Premio Nobel de la Paz, rompió a llorar hoy al ver el uniforme escolar que vestía cuando los talibanes intentaron matarla y que aún presenta rastros de sangre.
Durante la inauguración de una exposición dedicada a ella y al también laureado, el indio Kailash Satyarthi, en el centro Nobel de Oslo, Malala no pudo contener su emoción a su paso frente al uniforme. «Eres muy valiente, eres muy valiente», le dijo a la joven Satyarthi mientras le daba un beso en la cabeza, según la agencia NTB.
El 9 de octubre de 2012, los talibanes paquistaníes detuvieron el autobús escolar de Malala, de entonces 17 años, en el norte de Pakistán y le dispararon una bala en la cabeza por, a su juicio, profanar el islam. Desde entonces, la joven, que logró sobrevivir al atentado, se ha convertido en un icono mundial de la lucha por la educación de las niñas.
Malala y Satyarthi recibieron el miércoles el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos en la lucha contra la explotación infantil y en la defensa del derecho a la educación.
Primera ministra en 20 años Malala reiteró hoy también en Oslo que dentro de 20 años se ve como primera ministra de su país. «Quiero ayudar a mi país, quiero que mi país avance y soy verdaderamente patriota. Por eso decidí que me dedicaré a la política y a lo mejor algún día la gente votará por mí, conseguiré la mayoría y seré primera ministra», declaró Malala, de 17 años.
¿Cuándo? «Es posible ser primera ministra con 35 años, no antes, por lo tanto dentro de muchos años», afirmó en rueda de prensa junto a la jefa de gobierno noruega, Erna Solberg. Malala se siente inspirada por Benazir Bhutto, primera ministra de Pakistán en dos ocasiones (1988-1990 y 1993-1996) y asesinada en 2007.
«Ella es un ejemplo […] que transmite el mensaje de que las mujeres pueden progresar, porque en algunas comunidades se supone que las mujeres no pueden progresar y ser primera ministra», dijo la adolescente, que reside en el Reino Unido.
Icono mundial de la lucha por la educación de las niñas, Malala es blanco de críticas en su país, donde a veces se le acusa de ser un títere de Occidente que traiciona los valores musulmanes.