Rosario • El Nobel peruano Mario Vargas Llosa cargó hoy contra varios líderes regionales, entre ellos el expresidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, por considerar que actuó como un «propagandista entusiasta» del chavismo, durante una intervención en un foro en la ciudad argentina de Rosario.
«Es un espectáculo verdaderamente lamentable el de presidentes democráticos, que en sus países impulsan políticas democráticas, por la complicidad descarada con la que actúan en el plano internacional apoyando por ejemplo regímenes populistas, dictatoriales como el de Chávez (Hugo Chávez, el presidente venezolano recientemente fallecido) y no se diga el de la dictadura cubana», dijo el escritor, que arremetió contra Lula, el peruano Ollanta Humala e incluso el conservador Sebastián Piñera, presidente de Chile.
«El caso quizá más escandaloso es el del expresidente Lula», agregó Vargas Llosa, que se preguntó «cómo es posible» que impulsara la pluralidad política y económica en su país y que, paralelamente, fuera «un propagandista entusiasta del chavismo, de todo lo que representa Chávez, que es la negación absoluta de la democracia, de la libertad, de los principios que han regulado la política del gobierno de Lula».
«El caso de Lula desgraciadamente no es un caso aislado», agregó el escritor.
«Hemos visto a presidentes tan democráticos como el presidente Piñera abrazado al cadáver de Chávez, haciendo el elogio de Chávez, hemos visto al presidente de mi país, al presidente Humala, que es un presidente democrático, que está haciendo unas excelentes políticas económicas y democráticas en el Perú que traen mucho crecimiento, declarando en Caracas que Chávez es un modelo y que debe ser seguido por los presidentes latinoamericanos», dijo.
«Qué contradicciones tan absolutamente aberrantes, incomprensibles, qué falta de coherencia», insistió.
«Creo que la conclusión es muy triste: los países latinoamericanos que padecen dictadores solo pueden contar consigo mismos porque los gobiernos democráticos les dan la espalda y a veces les clavan puñaladas en la espalda», concluyó en declaraciones a los medios tras participar en un foro de dirigentes conservadores organizado con motivo del 25 aniversario de la Fundación Libertad.
El encuentro convocó en Rosario, a unos 370 kilómetros de Buenos Aires, a varios expresidentes conservadores, como el español José María Aznar y el uruguayo Luis Alberto Lacalle. El congreso de ideología conservadora fue organizado y llevado a cabo con total hermetismo y en medio de inusuales medidas de seguridad para un encuentro académico.
Varios grupos rosarinos de izquierda y afines al gobierno de Cristina Kirchner, una ciudad industrial ubicada en el corazón sojero argentino, se movilizaron y realizaron actos de repudio «ante la presencia de lo peor de la derecha mundial».
La reunión, a la que también estaba invitada la bloguera y disidente cubana Yoani Sánchez pero finalmente no viajó, recibió críticas del canciller venezolano, Elías Jaua, quien se reunió en la jornada con su colega argentino, Héctor Timerman, en Buenos Aires.
Jaua calificó al foro conservador como una reunión «de viudas y nostálgicos del neoliberalismo y el ALCA». «En esos encuentros se expresa la nostalgia de quienes quisieron imponerle a los pueblos de Latinoamérica y el Caribe un modelo de exclusión, hambre, miseria y atropello», dijo Jaua a la agencia oficial Telam.
Vargas Llosa elogió también la «extraordinaria transformación» de Gran Bretaña llevada a cabo por la exprimera ministra Margaret Thatcher, fallecida el lunes a los 87 años. «Yo viví en Londres durante los años de gobierno de Margaret Thatcher y puedo hablar en primera persona de la extraordinaria transformación que vivió Inglaterra durante esos años», afirmó.
Agregó que Thatcher «defendió los valores de la democracia y la libertad ante el avance del comunismo» y consideró que «con las privatizaciones hizo renacer el espíritu empresarial y devolvió la confianza a los británicos».
El autor de La ciudad y los perros admitió que la figura de la exprimera ministra (1979/1990) no despierta simpatías en Argentina por la guerra que ambos países protagonizaron en 1982 por la soberanía de las islas Malvinas, en el Atlántico sur.
«Es una figura criticada desde la perspectiva argentina, pero llevó a cabo una revolución extraordinaria. Gran Bretaña estaba en decadencia económica, social y cultural, el socialismo había empobrecido al país y Thatcher utilizó los argumentos de la libertad para cambiar los espíritus», insistió Vargas Llosa. El funeral de Thatcher tendrá lugar el próximo miércoles 17.