* Amas de casa adquieren cada día mayor conciencia de que los niños no deben tener alimentación basada en chatarra y frituras, conminan a la preparación de comida en casa, tomar agua natural y hacer mucho ejercicio
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Cada día, hay más amas de casa que adquieren conciencia de que lo mejor para sus hijos en edad escolar, es el alimento sano hecho en el hogar, que fomentar el gasto en el consumo de comida chatarra o frituras.
Varias madres de familia, entrevistadas por este medio, aseguran es fundamental evitar y en sus casos prevenir casos de obesidad en los niños, para alejar también el fantasma de la diabetes.
Algunas amas de casa, dijeron que lo fundamental es que los niños a la hora del recreo coman cosas nutritivas, pero desde antes de salir del hogar hayan tenido un desayuno sustentable.
Reprobaron que algunas amas de casa, basen su responsabilidad de darles a los niños dinero para que se compren lo que quieran en la tienda de la escuela o al salir a la calle.
Aquí el eje, es el siguiente, tomar agua natural, comer frutas y verduras, así como hacer ejercicio.
Se debe evitar que los escolares coman dulces, pan, aceite, cosas con demasiada azúcar y refrescos con gas.
O tengan una vida sedentaria de ver televisión todo el día o jugar videos en casa son salir a divertirse.
La señora Petra Gómez, señaló a este medio que tiene tres hijos con edades de 9, 12 y 13 años, a quienes tiene en la escuela Nueva Creación en la colonia Lomas del Coapinole.
Antes de salir de casa, desayunan huevito combinado con algo, café y leche, procuro vigilarlos para que no coman alimento chatarra en la escuela.
Les doy dinero, dijo, pero para el camión, no para que gasten en la escuela o al salir, porque ya saben que deben comer en la casa.
Así debe ser, “he oído en las noticias muchas veces que como padres debemos impedir que nuestros niños tengan sobre peso o adquieran diabetes por tanto dulce que hay.
En mi casa, comemos alimentos sanos, concluyó.
Mientras que la señora Guadalupe Rosales de la colonia Valentín Gómez, informó que tiene tres hijos de 10, 6 y 8 años de edad.
Admite que de repente, si los deja comer pastel o dulces, sobre todo cuando van a fiestas, “es inevitable”, pero el régimen es no abusar y de igual forma ella es quien guisa para que sus hijos coman en casa antes de salir a la escuela.
“No quiero que mis hijos tengan problemas de salud más adelante, si desde hoy podemos prevenir”, dijo.