- Una vez que el ayuntamiento interponga a proveedores el recurso de jactancia, éstos deberán comprobar que se les tiene un adeudo
Por Mauricio Lira Camacho
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El ayuntamiento no pagará a proveedores, solamente que éstos comprueben que se les tiene un adeudo.
De acuerdo con el regidor priista, Carlos Efraín Yerena, el síndico y el departamento del jurídico preparan una serie de recursos legales para que ahora sean los proveedores, quienes demuestren con documentación que la comuna tiene una deuda con ellos.
Yerena dijo que en el trienio pasado las órdenes solamente eran verbales en algunos casos, para contratar los servicios de un proveedores pero ahora en la presente va de por medio el oficio correspondiente.
En el trienio pasado se dejó una deuda en pago a proveedores, misma que no se ha saldado, sin embargo, se estudian los mecanismos financieros de un posible pago.
Aceptó que en poco más de 10 meses de administración, no se ha erogado ningún recurso para salir adelante bajo este concepto.
Pero existe el término legal jactancia, en el que ahora la comuna al ser exhibida y señalada por particulares, como posible deudor, tendrá que probarlo.
En entrevista con este medio, el regidor priista dijo que esta argucia legal que pretende el gobierno de Salvador González no tiene por objetivo dejar de asumir una responsabilidad, si se debe como comuna con el anterior alcalde, Javier Bravo, pero habrán de otorgar los recursos económicos a aquellos proveedores que demuestren con documentación los pagos pendientes.
Es derecho de los gobernados aún cuando haya pasado un tiempo prudente para hacer sus justos reclamos, que se les pague por las buenas en vez de un requerimiento de pago.
Obviamente que en estos juicios de jactancia lo que se pretende es una excepción que va a poner el ayuntamiento en su momento para que todos aquellos proveedores que alegan un adeudo el juez les dé un tiempo para que el que “se jacta de que se tiene una deuda la acredite como tal y lo compruebe”.
Que presente una factura el proveedor y la relación mediante la cual vendió sus servicios al ayuntamiento que en su caso fue en el trienio de Javier Bravo Carbajal.