*La portavoz del Consejo de seguridad nacional, Caitlin Hayden, dijo que Obama «continuará consultando al gobierno británico» pero sus decisiones «serán guiadas por los intereses de EU», mientras más de 140 legisladores recuerdan que un ataque requiere apoyo del Congreso.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reserva el derecho de actuar en forma unilateral contra el régimen sirio para castigarlo por el uso de armas químicas, sin esperar la decisión de la ONU, luego de que el parlamento británico rechazara una propuesta que abriría las puertas a una acción militar.
«Estados Unidos continuará consultando al gobierno británico, uno de nuestros aliados y amigo más cercano», pero «las decisiones del presidente Obama serán guiadas por los intereses de Estados Unidos», dijo la portavoz del Consejo de seguridad nacional estadunidense, Caitlin Hayden.
Obama «piensa que intereses cruciales de Estados Unidos están en juego y que los países que violan las normas internacionales sobre armas químicas deben rendir cuentas», agregó Hayden.
Más temprano en la jornada, Josh Earnest, portavoz adjunto de Obama, había afirmado que «el presidente debe ante todo rendir cuentas a los estadunidenses que lo eligieron para protegerlos. Y el presidente está firmemente convencido de que la clave de esta situación son las medidas necesarias para proteger nuestros intereses básicos de seguridad nacional».
Por su parte, su homóloga del departamento de Estado, Marie Harf, calificó las consultas internacionales sobre Siria como «extremadamente importantes», pero advirtió también que «tomamos nuestras decisiones siguiendo nuestra propia agenda». El parlamento británico rechazó sorprendentemente hoy una propuesta del gobierno de David Cameron que abría las puertas a una respuesta militar.
«Está claro que el parlamento británico no quiere una acción militar británica», dijo Cameron tras la votación. «Tomo nota y el gobierno actuará en consecuencia», añadió. En la ONU, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, no lograron avanzar en la definición de medidas para resolver la crisis siria, indicaron diplomáticos.
«No hubo convergencia de puntos de vista» entre Moscú y los tres países (Estados Unidos, Francia y Reino Unido) que se preparan para una eventual operación militar, explicó un diplomático bajo el anonimato. «Los rusos expusieron su punto de vista que no ha cambiado» y no se fijó ninguna fecha para una nueva reunión.
Los expertos de la ONU en armas químicas recogieron «cantidad» de elementos en Siria y darán un primer «informe oral» al secretario general Ban Ki-moon apenas regresen, pero las conclusiones finales deberán esperar los análisis a realizarse en Europa, informó un portavoz este jueves.
Por otro lado, los servicios secretos estadunidenses trabajan en un informe que podría ser publicado el jueves y que según fuentes oficiales no dejará lugar a dudas sobre la utilización de armas químicas contra civiles por parte del régimen de Al Asad.
Obama, que criticó enérgicamente la intervención en Irak, piensa que la situación en Siria representa una amenaza para la seguridad nacional porque atenta contra los intereses de sus aliados regionales.
Los colaboradores del presidente demócrata insisten en que se trata de una acción punitiva «limitada» contra Siria y rechazan comparaciones con la invasión de Irak y los desacreditados informes sobre las armas de destrucción masiva que se atribuían a Sadam Hussein.
El analista Anthony Cordesman, del Centro Internacional de Estudios Estratégicos, calificó el informe de los servicios secretos como «el documento más importante en una década». La Casa Blanca considera que su intervención de carácter «limitado» no hace necesario la aprobación del Congreso para confirmar su poder constitucional de autorizar una declaración de guerra.
En París, el jefe de la Coalición Nacional Siria Ahmad al Jarba, en visita oficial, proclamó hoy su «firme» compromiso contra la utilización de armas químicas.
«En mi nombre, y en el de la Coalición Nacional, a la luz de los datos actuales, confirmo nuestra condena clara y franca respecto a toda utilización de armas químicas, por parte del bando que sea, en la región y en el mundo entero, a todo nivel y en todo lugar», declaró Ahmad al Jarba en un comunicado.
El presidente Bashar al Asad, que niega las acusaciones de utilización de armas químicas contra civiles el 21 de agosto cerca de Damasco, advirtió que Siria se defenderá «de cualquier agresión» y que erradicará «el terrorismo apoyado por Israel y los países occidentales».
Aunque Obama todavía no tomó una decisión sobre un posible ataque a Siria, su país envió al Mediterráneo cinco destructores y submarinos equipados con misiles Tomahawk. El Reino Unido desplegó seis aviones militares Typhoon en una de sus bases en Chipre, a un centenar de kilómetros de las costas sirias.
Por su parte, Rusia, país aliado del presidente sirio y contrario a una intervención en Siria, anunció también el envío de un buque antisubmarino y un barco lanzamisiles al Mediterráneo. Mientras, la capital siria se preparaba progresivamente para una confrontación con los países occidentales, con inspecciones más estrictas en los puestos de control y medidas de seguridad reforzadas.
En otros frentes en ese país, los combates entre los rebeldes y el ejército continúan. Desde marzo de 2011, la violencia en Siria dejó, según la ONU, más de cien mil muertos. La oposición siria, que defiende una intervención contra el régimen de Asad, indicó que las deserciones se habían multiplicado en el ejército en los últimos días.
El jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, el general Hassan Firousabadi, advirtió hoy que una acción militar contra Siria dejaría a Israel «al borde de las llamas». Pero el presidente israelí, Shimon Peres, afirmó que en caso de amenaza, Israel responderá «con toda su fuerza» y el primer ministro Benjamin Netanyahu anunció que habían desplegado sus sistemas de intercepción antimisiles.
De otra parte, más de 140 miembros de la Cámara de Representantes de EU han firmado una carta dirigida a Obama en la que advierten que cualquier ataque militar contra Siria requerirá la venia del Congreso, informaron hoy fuentes legislativas.
La posibilidad de que el Gobierno del presidente Obama lance un ataque militar contra Siria, aunque limitado, en respuesta al supuesto uso de armas químicas por el régimen sirio contra civiles ha desatado un debate nacional sobre si el mandatario requiere o no el permiso explícito del Congreso para hacerlo.
En la carta, que aún no ha sido enviada a la Casa Blanca, los legisladores se suman a la condena global contra el uso de armas químicas en Siria contra civiles el pasado 21 de agosto, pero advierten de que es el Congreso el que tiene el poder de aprobar el uso de la fuerza como respuesta.
«Aunque entendemos que como comandante en jefe tiene la obligación constitucional de proteger nuestros intereses nacionales de un ataque directo, el Congreso tiene el poder y la obligación moral de aprobar una fuerza militar si EU o sus intereses directos (como sus embajadas) no han sido atacados o amenazados con un ataque», explicaron los legisladores.
«Le urgimos enérgicamente a que busque una decisión afirmativa del Congreso antes de comprometer cualquier implicación militar estadunidense en esta compleja crisis», subrayaron.
Los legisladores indicaron que aunque la crisis actual en Siria es «horrenda», sobre todo por las continuas violaciones de los derechos humanos y la pérdida de vidas, eso no debe arrastrar a Estados Unidos a una «guerra imprudente, especialmente sin adherirse a nuestros requisitos constitucionales».
Asimismo, los congresistas expresaron su apoyo a la labor del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para lograr un consenso internacional «que condene el presunto uso de armas químicas y prepare una respuesta apropiada».
«También deberíamos permitir que los inspectores de la ONU tengan el tiempo y espacio necesarios para realizar su labor, que es tan crucial para asegurar la rendición de cuentas» en Siria, aconsejaron en la misiva.
Antes de decidir sobre el uso de la fuerza, «el Congreso debe «debatir plenamente y evaluar los hechos y cada alternativa, así como determinar la mejor forma de poner fin a la violencia y proteger a la población civil», puntualizaron.
En un comunicado, la legisladora demócrata de Hawai y una de los firmantes de la carta, Tulsi Gabbard, enfatizó que, por ahora, los legisladores no tienen «suficientes datos sobre todas las facetas de lo que está ocurriendo sobre el terreno, las facciones involucradas en la guerra civil y cuáles serían las consecuencias no intencionadas de una implicación militar estadounidense».
Una ley federal que data de 1973, la llamada Resolución sobre Poderes de Guerra («War Powers Resolution»), establece que es el Congreso el que debe autorizar una guerra, si bien el mandatario puede desplegar tropas cuando exista una «emergencia nacional» a causa de un ataque contra el país o sus intereses.
Aun así, el Ejecutivo tendría un plazo de 60 días para lograr la venia del Congreso o, de lo contrario, retirar las tropas. La carta circula en los corredores del Congreso mientras Obama y miembros de su Gabinete continúan un vaivén de consultas con la comunidad internacional sobre cómo responder a la violencia en Siria.
Desde el año pasado, e incluso ayer en una entrevista con la cadena televisiva PBS, Obama ha dicho que el uso de armas químicas constituiría el cruce de una «línea roja» que requerirá una respuesta inequívoca de la comunidad internacional.