* 96 Años de su sacrificio frente al ejército norteamericano
* Su amor a la Patria y su valor se recordaron con emoción
Bahía de Banderas
Asistió el presidente Héctor Paniagua a la ceremonia en honor de la Heroica Defensa de Veracruz en donde cayeron ante las armas del ejército norteamericano los jóvenes cadetes Virgilio Uribe y José Azueta a quienes se les rindió honor y gloria en una bonita y sentida ceremonia en la 8ª Zona Naval.
Su hecho heroico, fue recordado fielmente frente a nutrido grupo de invitados especiales, entre quienes estuvo también el presidente municipal Salvador González, de Puerto Vallarta, así como el General José Enrique Ortega Niestra, comandante de la 41 Zona Militar, Martín Díaz Prudencio, Delegado Regional de Justicia de la Zona 9 Costa Norte y el Capitán de Puerto, Miguel Martínez Hernández.
Recordar a
nuestros héroes
Profundo conocedor de la Historia de México, Héctor Paniagua dijo que estos hechos deben ser recordados con mucho cariño por todos los mexicanos.
“La defensa de Veracruz, fue de fusiles mexicanos frente cañones de la armada norteamericana, que invadieron a nuestro país hace 92 años, para saquear nuestro petróleo, pues se negaban a pagar por los miles de barriles que diariamente extraían de nuestro suelo”.
“Virgilio Uribe y José Azueta, se enfrentaron al ejército y dieron su vida por la patria. Son hechos heroicos que el pueblo de México debe recordar siempre”, culminó.
Durante este evento, se depositó una ofrenda floral en el sitio de honor de la Zona Naval y se sirvió un desayuno a los invitados.
Honor y gloria
Se recordó así aquellos hechos: La mañana del 21 de abril de 1914 llegaron al Puerto de Veracruz 44 barcos estadounidenses de la flota atlántica bajo el mando del Contralmirante Frank Friday Fletcher, el bombardeo a Veracruz inició a las 11:30 a. m., y las tropas estadounidenses iniciaron operaciones terrestres. En vista de esto el Comodoro Manuel Azueta animó a los noventa cadetes de la Escuela Naval Militar a su cargo a la defensa del puerto.
A las 1.30 p. m, los estadounidenses empezaron a desembarcar y cuando los invasores se acercaron a unos 200 metros de distancia los cadetes empezaron a disparar causando algunas bajas al enemigo, ante esta situación los estadounidenses emprendieron la retirada y regresaron a sus barcos. Esto dio origen a que desde las lanchas se rompiera fuego sobre la escuela con sus ametralladoras, acción que fue apoyada por la artillería del buque Prairie con sus cañones de 80 pulgadas, aunado a esto, las tropas de Infantería que comenzaban a desembarcar por el Muelle Fiscal y a disparar a la escuela, siendo este fuego el que dio muerte al cadete Virgilio Uribe cuando una bala expansiva penetró su frente.
El tiroteo no terminó y pasadas las seis de la tarde el teniente de artillería José Azueta disparaba su ametralladora protegido por un poste de luz ubicado entre Landero y Cos pero al darse cuenta que desde su posición no podía dispara bien, se trasladó media calle causándole numerosas bajas los Estadounidenses, momentos después fue herido en una pierna por lo que tuvo que permanecer hincado, a pesar de ello, continúo disparando hasta que fue herido en la otra pierna, lo que lo hizo caer. José Azueta fue rescatado del campo de batalla por un compañero de escuela que fue en su auxilio, recibiendo una tercera herida en el brazo izquierdo durante su rescate. Tras la batalla el almirante Fletcher escuchó de las acciones de Azueta en batalla y envió a su médico personal a cuidarlo. En un gesto de desafío Azueta rechazó recibir al doctor muriendo el 10 de Mayo a causa de las heridas recibidas.
Hasta ahí la pequeña historia narrada en donde se da cuenta del amor y el fervor patrio de estos dos jóvenes cadetes mexicanos que se unieron en hechos históricos, a los cadetes del Colegio Militar, que también fueron recordados en este mismo acto.