Ciudad de México • Senadores del PAN y del PRD presentan este jueves una iniciativa de reformas a la Ley de Impuestos Especiales sobre Producción y Servicios (IEPS) para imponer una tasa del 20% a las aguas mineralizadas, refrescos, concentrados, polvos, jarabes, esencias o extractos de sabores, que al diluirse permitan obtener refrescos.
En la iniciativa suscrita por una veintena de senadores, no se consideran refrescos los jugos y néctares de fruta. Para tales efectos, se entiende por jugos o néctares de fruta, los que tengan como mínimo 20% de jugo o pulpa de fruta.
“Mediante la presente Iniciativa se propone, fundamentalmente: establecer un impuesto a los refrescos y bebidas azucaradas, y establecer que los recursos tributarios recaudados por este concepto se destinen a satisfacer los gastos que provocan las enfermedades originadas por su consumo, a través del Sistema Nacional de Salud, sin perjuicio de lo dispuesto por la Ley del Coordinación Fiscal”.
De acuerdo a los proponentes, se estima necesaria la aplicación de un impuesto especial ad valorem del 20% sobre el precio de venta al público en general de cualquiera de las siguientes bebidas y productos para producir bebidas que se encuentren endulzados con azúcares y por lo tanto tengan un aporte calórico: aguas naturales y minerales gasificadas; refrescos; concentrados, polvos, jarabes; esencias o extractos de sabores, que al diluirse permitan obtener refrescos, ya que, como se mencionó, el contenido de éstas en tales bebidas es una de las principales causas de sobrepeso y obesidad.
Al respecto, además de la definición que se propone de refrescos, se contempla la definición de “azúcares”, de conformidad con lo establecido en la NOM-051-SCFI/SSA1-2010, con el objeto de precisar de manera clara cuál es el objeto del gravamen.
Se subraya en la iniciativa que la medida tributaria que se propone tiene como explicación y justificación la protección de la salud pública en México, que no debe tomarse como una medida que atenta contra los compromisos internacionales suscritos por México.
Además, la medida aplica a todos los refrescos, según la definición que se propone, y bebidas que contienen azúcar, con independencia del tipo de ésta.
En este sentido, si bien, el principal objetivo del impuesto a refrescos y bebidas azucaradas es desincentivar el consumo de estos productos al estar relacionados con un aumento en los índices de sobrepeso y obesidad, la recaudación que podría generar con el gravamen propuesto, según la Dra. Arantxa Colchero, Investigadora en Ciencias Médicas del Instituto Nacional de Salud Pública,, tomando como base la tasa propuesta por cada litro de refresco, ayudaría a disminuir el consumo de estos productos de 163.3 litros por persona al año a 120.9 litros.
“Hay que recordar que la demanda de refresco en México es elástica, por lo que incrementar los impuestos desincentivaría el consumo de estos productos y fortalecería la capacidad recaudatoria del país”.
El impuesto recaudaría, según la citada doctora, cerca de 22 mil 861 millones de pesos, lo que permitiría al gobierno destinarlos al sector salud, o bien, a introducir bebederos de agua potable en las escuelas y espacios públicos, además de la implementación de programas en contra de la obesidad y el sobrepeso.
El impuesto ayudaría, según la Dra. Colchero, a reducir en 12% la prevalencia de diabetes en el país, así como a disminuir en 26% los costos de nuevos casos de diabetes en los próximos 10 años. Esto reduciría el costo directo de la atención médica de enfermedades relacionadas con la obesidad de 42 mil millones de pesos a 35 mil millones de pesos.