- Agosto 31 del 2010 fecha que conmocionó a todos cuando el Puente Viejo del Río Ameca se derrumbó luego de haber soportado las crecidas por más de 40 años, falleció una persona, pero ese mismo día como a las 8 de la noche, el bombero, Armando Arvizu, descubrió en el vidrio de la puerta lateral de su unidad de rescate, misteriosos y dolientes rostros humanos que también causaron sobresalto a policías, bomberos, soldados y voluntarios que fueron testigos de los hechos.
Por Paty Aguilar
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A un año del suceso que conmocionó a todos los habitantes de la región y que fue noticia internacional, hoy recordamos los hechos que se suscitaron cuando se cayó el puente viejo del Río Ameca; nadie lo podía creer, fue una noche interminable, trágica porque una persona perdió la vida cuando el taxi en que viajaba cayó a la crecida del Río Ameca junto con dos placas de concreto del puente, eran poco después de la una de la mañana del 31 de agosto del 2010, pero también dos personas sobrevivieron, el conductor del taxi, Marcos Joya Rodríguez y Olivia Martín del Campo, pareja sentimental del occiso, Pedro Joel Osorio Flores quien pereció ahogado y fue encontrado dos días después de los hechos.
Este Puente Viejo del Río Ameca se derrumbó luego de haber soportado las crecidas por más de 40 años donde desafortunadamente perdió la vida una persona, pero ese mismo día como a las 8 de la noche, el bombero, Armando Arvizu, descubrió en el vidrio de la puerta lateral de su unidad de rescate, misteriosos y dolientes rostros humanos que también causaron sobresalto a policías, bomberos, soldados y voluntarios que fueron testigos de los hechos en las instalaciones del macro módulo de seguridad de Jarretaderas.
El comandante de Protección Civil de Bahía de Banderas, Jaime Manzano, recuerda aquella negra noche desde el momento en que recibió el reporte de auxilio “Era un noche con una lluvia muy intensa, recibimos el reporte e través del 066 donde se informó que había ocurrido un accidente vehicular en el puente del Río Ameca que viene de Puerto Vallarta. Los primeros reportes señalaban que había la participación de dos vehículos con lesionados, conforme pasaron los minutos llegaron otros reportes señalando que uno de los vehículos al parecer se había caído del puente, pero no especificaron que el puente se había colapsado” comentó.
En su carro particular, el comandante Manzano, fue uno de los primeros rescatistas que llegaron al lugar de los hechos, es por ello que de inmediato un policía municipal le informó que se escuchaban gritos de una mujer entre los matorrales aledaños al río, fue así como localizaron a la primera sobreviviente, la señora Olivia Martín del Campo, quien estaba dentro de la corriente a escaso tres metros de la orilla aferrada a la rama de un árbol tratando de evitar que el agua la arrastrara.
De inmediato un elemento de Protección Civil, se amarró una soga a la cintura y asistido por sus compañeros, llegó a la mujer, la aseguró, pero mientras lo hacía, ella pedía que buscaran a su pareja, así se supo que había otra persona para buscar. Como 20 minutos después, del lado de Puerto Vallarta, rescatistas de Protección Civil de este municipio, lograron rescatar al otro sobreviviente, el conductor del taxi, Marcos Joya Rodríguez, donde viajaban Olivia y su pareja, Pedro Joel Osorio. A esta persona se le localizó dos días después dentro del mar, había fallecido por ahogamiento. A partir de este suceso y luego de no tener reportes de más personas desaparecidas, recuerda Jaime Manzano, se suspendió el operativo de búsqueda. Hasta la fecha, un año después, los restos del taxi no fueron localizados.
Pocos días después gracias a la voluntad política de los gobiernos estatales tanto de Jalisco como de Nayarit, así como las delegaciones de la SCT de ambos estados, lograron iniciar la reconstrucción del puente misma que culminó el 7 de diciembre de ese mismo año con un costo aproximado a los 100 millones de pesos. Gracias también a la presión de la sociedad y la iniciativa privada, principalmente del sector turístico de ambos destinos. Los gobernadores, Ney González Sánchez de Nayarit y Emilio González de Jalisco, se hermanaron, trabajaron en equipo y con gran responsabilidad pues sabían que de la reconstrucción inmediata del puente dependía la economía de la región y así lo supo también el presidente de la república, Felipe Calderón, quien de inmediato giró ordenes a la SC para que se agilizaran los trámites de construcción del nuevo puente que por cierto quedó muy bonito y suave para el tráfico vial.
Agosto 31 del 2010 es una fecha que será recordada por muchos años, porque además del impacto emocional sufrido por la caída del puente y el fallecimiento de una persona,, se sumó el tormento del tráfico sobre un solo puente. La multitud de vehículos que transitaban diariamente entre Puerto Vallarta y Bahía de Banderas, tuvieron que hacerlo sobre el otro puente del Río Ameca el cual se convirtió a doble sentido y con ello, empezó el martirio de los conductores y los agentes de tránsito de ambos municipios. Las horas pico resultó un verdadero martirio que fue soportado por miles de personas hasta el 7 de diciembre de ese mismo año cuando finalmente luego de ser reconstruido el viejo puente, fue abierto a la circulación.
El oficial de bomberos de Protección Civil de Bahía, Armando Arvizu, de 20 años de edad, un año después de la experiencia que vivió cuando descubrió rostros impresos en el vidrio de la puerta lateral del copiloto de su unidad de rescate, por primera vez narró a este medio de comunicación cómo ocurrieron estas apariciones “Ese día nos hablaron en la madrugada que el puente Ameca se cayó, que nos presentáramos a trabajar temprano, llegamos como a las cinco de la mañana y comenzamos la búsqueda de más víctimas para rescatar del agua, así fue todo el día y nada, luego llegó la noche comenzó a llover y nos dieron la orden de descansar un ratito, unas dos horas y me fui a la unidad (vehículo de rescate). Comenzó a llover y subí los vidrios, cuando paró de llover abrí las puertas para que ventilara, como no tenía sueño empecé a jugar con mi celular y comencé a ver el vidrio de la puerta y se me va apareciendo una cara, otra cara y otra cara. Me quedé como una media hora viéndolas y me quedé guau, le hablé al comandante (José Luis Martínez) vino y las vio, luego empezó a llegar más gente a verlas” recordó.
Señaló que ellos como bomberos tomaron estas apariciones como una señal, “luego, luego cuando vimos la caras, a la media hora nos pusimos a buscar más víctimas pero no encontramos nada” Recordó que las apariciones iniciaron como a las ocho de la noche y desaparecieron del vidrio como a las once de la noche.