Sabueso forense alemán, tras el rastro genético de restos en Cocula

BERLÍN, 11 de noviembre.- El Instituto Forense de la Universidad de Medicina de Innsbruck es parco a la hora de relatar sus éxitos obtenidos en el difícil e insondable terreno de descubrir la huella genética del ser humano, pero en su página web, el organismo que dirige el profesor Robert Scheithauer tiene en su laboriosa tarea de identificar restos de seres humanos para devolverle su identidad perdida, varios éxitos que lo han convertido en una dirección obligada para todas las instituciones y países que desean descubrir el pasado de las personas que desaparecieron de la faz de la tierra sin dejar rastros.

ALGUNOS CASOS

Los restos que recibió en 2010 el departamento que dirige Walther Parson, un experto en biología molecular del Instituto Forense de Innsbruck, mostraban un notable deterioro, pero el equipo logró determinar que los restos pertenecían a dos hijos del último zar de Rusia.
El Instituto Innsbruck identificó a las víctimas de la guerra que azotó la antigua Yugoslavia, sobre todo las víctimas del conflicto en Bosnia Herzegovina.
Hace seis años, por ejemplo, expertos del Instituto, dirigidos por el patólogo Martin Steinlechner, lograron devolver el nombre a cuatro víctimas de la dictadura de Pinochet, cuyos restos habían sido encontrados en un terreno militar ubicado a 20 kilómetros de Santiago.

Aunque en la fosa común sólo fueron encontrados restos de huesos humanos deteriorados por la humedad, los expertos analizaron 47 restos de huesos humanos y dientes y lograron identificar a cuatro personas.

El Instituto Forense de Innsbruck, que fue fundado en 1894 y en la actualidad ofrece sus servicios a una amplia región que abarca toda Europa central, tiene ahora una misión crucial: identificar los restos calcinados encontrados en un vertedero de basura en la localidad de Cocula y en el interior de dos sacos de basura que fueron arrojados al río San Juan.

Según anunció el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, la identificación de los restos representa una tarea descomunal a causa de la avanzada degradación de los restos encontrados.

Aun así, el Instituto Forense de Innsbruck es especialista en estudios mitocondriales, una especialidad centrada en analizar cabellos y restos pequeños de huesos humanos.

“Las autoridades nos contactan cuando se trata de casos muy difíciles”, señala el científico Walther Parson, citado en la página web del Instituto.

Grupo Imagen Multimedia intentó comunicarse con los responsables del Instituto de Innsbruck, pero las llamadas telefónicas y los correos electrónicos quedaron sin respuesta.