Físicos europeos informaron ayer que están muy cerca de demostrar la existencia de una partícula que es el eslabón perdido de la física y que algunos han llamado “partícula de Dios” porque tiene características parecidas a los fotones, que forman la luz y no tienen masa, pero también se parece a los átomos que forman la materia conocida y sí tienen masa.
El Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN) realiza experimentos en el acelerador de partículas de Ginebra, Suiza y logró crear y delimitó las condiciones que serían necesarias para poder encontrar una muestra de esta partícula llamada bosón de Higgs o “La partícula de Dios”. Hasta ahora sólo se conoce teóricamente, pues nunca se ha podido ver ni registrar con aparato alguno.
Dos de los principales detectores del gran acelerador europeo de partículas (el Atlas y el CMS) han encontrado señales que podrían delatar la presencia del esquivo bosón de Higgs, la última partícula subatómica que queda por descubrir para completar el Modelo Estándar de la Física y la que encierra, además, el secreto de por qué las demás partículas tienen masa.
La conferencia, que tuvo lugar ayer en el auditorio principal del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), estaba prevista para las dos de la tarde. Pero desde media mañana la sala empezó a llenarse y al mediodía no quedaba ni un solo asiento libre en todo el auditorio.
Los portavoces de los dos experimentos, Fabiola Gianotti (Atlas) y Guido Tonelli (CMS), explicaron durante más de dos horas cómo, después de analizar billones de colisiones durante varios meses, consiguieron encontrar en un puñado de ellas (menos de diez) lo que podría ser la “firma” del Higgs. El objetivo de los investigadores, tanto en el Atlas como en el CMS, no era tanto localizar el Higgs, pero sí como encontrar los reveladores frutos de su desintegración.
Elusiva partícula. Teóricamente, el bosón de Higgs es una partícula que sólo existe unas fracciones de segundos, cuando hay una concentración de energía muy alta, y al desaparecer deja en su lugar partículas con masa.
Esto significa que toda la materia con masa que conocemos no pudo ser creada de la nada, sino que provino de la energía, que al alcanzar determinada intensidad genera un bosón de Higgs y este, a su vez, genera después las partículas con masa de las que está hecho todo el mundo visible.
Los científicos consideran que los bosones de Higgs son partículas que forman una especie de fluido o envoltorio que está presente en todo el Universo, incluso en zonas donde aparentemente no hay nada.
Uno de los grandes objetivos por los que fue construido el acelerador de partículas de Ginebra es para buscar alguna evidencia registrable de la existencia de “la partícula de Dios” y el anuncio hecho ayer parece dar esperanzas de que en el año 2012 podría tenerse evidencia de que sí existe esta partícula que es una especie de forma de transición de la materia.
Carmen García, vicedirectora del Instituto de Física Corpuscular de España, explicó a Televisión Española que no se sabe qué masa tiene esa partícula ni cómo se comporta.
“Sólo sabemos que se desintegra enseguida, dando lugar a otras partículas, pero todavía no sabemos cuáles son ni, dependiendo de su masa, si se forman unas partículas u otras”, indica García. Confirmar que existe el bosón es demostrar que la nada o el vacío absoluto no existe.
“Algo tiene que existir. El LHC fue construido para demostrar la existencia del bosón de Higgs o la existencia de otra cosa”, subraya la física española.