Se desperdician mil 300 millones de toneladas de alimentos

La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación indicó que esto es casi un tercio de la producción mundial

Cerca de mil 300 millones de toneladas de alimentos se desperdician o pierden cada año en el mundo, afirmó hoy el director general de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), José Graziano da Silva.

El titular de la FAO indicó que esta cantidad supone casi un tercio de la producción mundial de alimentos y destacó que los consumidores y comercios de los países ricos son responsables del desperdicio de 222 millones de toneladas de comida al año.

Esto se debe al modelo de vida occidental, pero “equivale a la producción neta del África subsahariana”, dijo al participar en un encuentro informativo del Foro de la Nueva Economía.

Criticó “el actual sistema de producción” que, por ejemplo, “requiere mil 500 litros de agua para producir un kilo de cereales o 15 mil litros para generar un kilo de carne”.

“El agua, más que la tierra misma, se ha convertido en fuente de conflictos y de desigualdad”, subrayó.

Según Graziano da Silva, “disponemos de las tecnologías necesarias para producir de forma más sostenible, como la siembra directa o los sistemas de cultivo integrados”, con lo que “está en nuestra mano” hacerlo.

Afirmó que “se han logrado retos importantes en la lucha contra el hambre” y como ejemplo puso los esfuerzos realizados en la crisis del Cuerno de África.

Aseguró, sin embargo, que “estamos perdiendo la oportunidad de construir sobre nuestras conquistas”, debido a la falta de financiamiento, motivo por el cual llamó a la comunidad internacional para mantener la ayuda en cooperación a pesar de la crisis.

“Hemos sacado a Somalia del hambre, pero si no invertimos en aljibes (depósitos de agua potable) y en programas de seguridad alimentaria, la crisis se repetirá el año que viene”, advirtió.

Se refirió a la región del Sahel, el otro foco de actuación urgente para la FAO en estos momentos, y anotó que “en 90 días dejará de aparecer en los periódicos porque empezará a llover”.

Apuntó que “si no se actúa después, el problema volverá a repetirse” y expuso que “no podemos evitar las sequías, pero sí que se conviertan en hambrunas”.

Graziano da Silva reclamó un compromiso sostenible a los países donantes, “que no dependa de cada proyecto y permita una cooperación planificada”, al tiempo que pidió más implicación a las economías emergentes.