WEST, Texas (Agencias).— Al menos 35 personas murieron el miércoles por la explosión ocurrida en una planta de fertilizantes, informó el alcalde de West, Tommy Muska, en una entrevista con USA Today.
El asistente del gobernador de Texas, David Dewhurst, no confirmó la cifra en una entrevista con CNN y dijo que la búsqueda estaba aún en modo “rescate”. Previamente, funcionarios estimaron que en la explosión habían fallecido entre cinco y 15 personas.
Hasta ayer no había rastro de supervivientes, dijo Muska. Añadió que la búsqueda continuaba a la espera de encontrar a alguien con vida entre las decenas de casas destruidas.
Hay más de 160 heridos en los hospitales y más de mil desalojados. El gobernador de Texas, Rick Perry, dijo que era una “verdadero escenario de pesadilla” y que la tragedia tocó “a todas las familias” del pueblo. Dijo también que el presidente Barack Obama ofreció declarar el condado de McLennan como emergencia elegible para ayuda federal.
La explosión tuvo la fuerza de un sismo de 2.1, según el servicio geológico. “Aún están extrayendo heridos y evacuando gente de sus casas”, dijo William Patrick Swanton, sargento de la policía de Waco, ayer en la madrugada. Precisó que no había indicios de que se tratara de algo más que un accidente industrial.
Entre los muertos figura al parecer un equipo de bomberos voluntarios de entre tres y cinco integrantes y un policía que acudieron a la planta West Fertilizer Co. en respuesta a un aviso de fuego poco antes de la explosión.
La explosión demolió una zona de cuatro cuadras en torno a la planta, que según el concejal Al Vanek quedó “totalmente diezmada”. Fueron destruidas de 50 a 75 casas, un complejo de apartamentos con unas 50 unidades, una escuela secundaria y un asilo, de donde fueron evacuados 133 pacientes.
Julie Zahirniako contó que ella y su hijo Anthony estaban jugando en un campo de recreo escolar cerca de la planta cuando se produjo el estallido. Su hijo se elevó 1.2 metros y se rompió las costillas. Ella vio gente que salía corriendo de la residencia de ancianos y el techo de la escuela elevándose hacia el cielo. Otros testigos dijeron que el panorama se asemejaba al atentado de 1996 en Oklahoma City.
Sin mexicanos heridos
La cónsul general de México en Austin, Rosalba Ojeda, informó que hasta ayer no se tenía registro de algún mexicano herido o desaparecido por la explosión. Indicó que 8% de los 2,800 habitantes de West son hispanos, muchos de origen mexicano. “Hasta donde sabemos no hay mexicanos”, dijo.
El Presidente Enrique Peña Nieto manifestó su solidaridad con el pueblo estadunidense. A través de su cuenta de Twitter, dijo: “Mi solidaridad con el pueblo estadounidense, en particular con el estado de Texas, por los hechos ocurridos en la planta de fertilizantes”.